Una mañana fría de enero, momento de decidir lo que vamos a comer y, aunque nos encanten las ensaladas y los platos fríos, con estas bajas temperaturas, la lluvia e incluso la nieve que ha caído en algunas provincias españolas lo que más apetece es un plato caliente, de esos de cuchara, de la abuela.
Cocido, fabada, lentejas… platos consistentes que nos ayudan a entrar en calor y reponer fuerzas… ¿cuántas veces hemos escuchado de boca de nuestras antecesoras eso de que un plato de lentejas o un buen cocido “lo cura todo”? Y aunque nos hagan reír, en parte tienen razón.
Las legumbres tienen proteínas, hidratos de carbono, lípidos, fibra, minerales y vitaminas lo que las convierte en un alimento muy completo que, aunque no curen como dicen las abuelas, suponen una carga de energía perfecta para nuestro cuerpo. Además dentro del grupo de las leguminosas podemos encontrar una amplia gama de productos: las lentejas, las alubias, los garbanzos… productos para los que podemos encontrar numerosas y distintas recetas, porque ni comer legumbres es aburrido, ni “las lentejas son comida de vieja”.
Pero en los últimos años el consumo de las legumbres se ha reducido. El ritmo de vida ajetreado que llevamos, las prisas, el trabajo… nos dejan pocas horas libres, horas que preferimos utilizar para otras actividades antes que para cocinar y nuestra alimentación acaba basándose en platos rápidos y fáciles de elaborar donde las legumbres no tienen mucho hueco. Y si a las prisas se suma el calor, las legumbres se quedan todavía más apartadas de la dieta. Algo que no es necesario porque hay una gran variedad de platos fríos y ensaladas en los que se puede incluir estos productos.
Aunque a pesar de que las legumbres sean un producto más de la dieta mediterránea y que se consume en toda España, es verdad que hay una mayor tradición y platos típicos de estos alimentos en las zonas de nuestra geografía donde las temperaturas son más bajas.
Si viajamos al norte de la península podremos encontrar gazpacho y ensaladas, pero lo tradicional son los platos de cuchara, las legumbres, como la fabada asturiana, los guisos o los caldos, como el cocido o el pote gallego.
Pero ni vivir en zonas frías nos obliga a comer legumbres, ni vivir en cálidas a no hacerlo. No importa donde estemos ni el tiempo que haga, las legumbres son un plato muy completo que hay que incluir en nuestra dieta.