Volvemos a ver ofertas en los gyms, cursos de yoga, de baile, de alemán, de inglés, de patchwork, de tejer bufandas, ¡De lo que queráis!
Y lo más importante, sin quejarse, hay que volver al trabajo: organización de nuestro tiempo y del tiempo familiar, la compra, la cocina…
Vamos a centrarnos. Hablemos de cocina que es lo nuestro. Os propongo un plato sencillo y completo que puede servirnos para cenar o para llevar en recipiente hermético al trabajo.
Tortilla a la francesa con tomate y quinoa
Ingredientes por persona
Tomate, medio
Huevos, dos
Quinoa, 50 / 60 gr
Olivas negras
Aceite de oliva, sal, pimienta, cilantro.
El tomate: Yo he utilizado la variedad “Cor de Bou” (corazón de buey) que están en plena maduración. Con una piel muy fina y una pulpa dulce y carnosa podría comerse sólo con aceite y sal. Son tomates de gran tamaño de ahí que sea la mitad por ración.
El huevo: Es la fuente de proteína de nuestro plato. Es recomendable elegir un producto de calidad. Sin dudar un segundo, un par de huevos ecológicos, por su garantía de sabor, la densidad de la clara,… ¡Y por esas gallinas felices que viven y picotean por el campo!
La quinoa: Es ideal como guarnición, para una comida ligera, pues aporta muy pocas calorías, es rica en hidratos complejos, con mucha fibra, por lo tanto, da saciedad.Y también tiene grasas de calidad así como micronutrientes entre los que destacan la vitamina C, potasio y vitaminas del complejo B.
Elaboración: Comenzamos lavando con ayuda de las manos los granos de quinoa y enjuagamos desechando el agua del lavado, este proceso es indispensable para eliminar las saponinas que recubren la quinoa y que aportan sabor amargo.
Después cocinamos la quinoa en agua a punto de ebullición, por espacio de 15 minutos. Retiramos y colamos. Reservamos la quinoa ya cocida. Una vez fría aliñamos con aceite de oliva, sal y cilantro cortadito muy fino.
Sólo nos queda preparar nuestra tortilla a la francesa, al gusto: cruda o bien hecha y cortar nuestro tomate en unas lonchas hermosas.
Ya podemos montar nuestro plato. Las olivas negras pansidas, le dan color y un toque de sabor al plato. Pero podemos substituir por otro producto de vuestra elección: unos encurtidos, unos brotes o germinados crujientes de rábano.
Y me diréis: - ¡Para esto no hace falta receta ! Y tenéis mucha razón. ¿ Pero no os pasa que muchos días no sabéis que preparar? ¿Qué preguntáis a las paredes que quieren para cenar?
Pues por eso !! Y para esa tropa de jóvenes que por primera vez se van a estudiar o a trabajar fuera.
O quizás para que el consorte tenga, en un vistazo, una cena sencilla, nutritiva y diferente a los espaguetis o los rebozados...
Espero que disfruiteis de este sencillo plato como yo de explicarlo, un saludo muy afectuoso.
Margalida
Pd. Mi afición preferida, todas las del mundo. Me podeis encontrar en coc-koriko.blogspot.com.es.
![]() | Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |