Magaceda Serrano
La cocina de Oriente Medio es muy exótica y a la vez, desconocida para muchos. En cada región se encuentran detalles que hacen que su gastronomía sea única, como la de Irán, a la que diversas culturas han ido enriqueciendo notablemente a lo largo de los años.
Pese a que la restauración no ha conseguido aún todo su esplendor, es fácil comprobar la riqueza de esta cocina gracias a que los iraníes suelen ser muy acogedores. Para ellos un invitado es como un regalo y deben ofrecerle la mejor comida y bebida.
El Islam es la religión oficial y ha determinado enormemente su cultura culinaria. La carne debe ser halal, es decir, sacrificada mirando a La Meca y comer cerdo no está permitido. Durante el Ramadán deben abstenerse de tomar comida y bebida entre el alba y la puesta de sol. La comida que se toma antes del alba se denomina suhur y el iftar es la que se toma tras la puesta de sol para romper el ayuno. Cuando el Ramadán finaliza, tiene lugar el Id al-Fitr, una fiesta con la que se rompe el ayuno y que consiste en tres intensos días de grandes banquetes e intercambio de regalos.
La cocina iraní es sencilla y se basa en la tradición contando con recetas que pasan de madres a hijas a lo largo de los años. El arroz es fundamental en su gastronomía y se prepara de maneras muy diferentes. Una de ellas el tahcheen, un arroz horneado de manera tradicional que puede intercalarse con carne y hortalizas y con un fondo crujiente aromatizado con yogur. Este plato es muy especial y se suele servir en fiestas. Otra especialidad clásica es el Khoresht, un guiso de hortalizas y frutos que a veces lleva un poco de carne y que se sirve con arroz hervido.
Nunca va a faltar el pan en la mesa, pues acompaña a los platos en cada comida y existen diversas clases. También son habituales las sopas, las verduras y el queso. El yogur es uno de los alimentos básicos pues se utiliza en diferentes momentos. En el desayuno se sirve acompañado de miel y en las comidas, suele aparecer diluido para acompañar al resto de platos. El dugh es una bebida refrescante hecha a base de yogur, aromatizada a menudo con menta fresca que sirve para apagar la sed en los días cálidos y acompañar los platos de carne.
El yogur también se emplea para adobar la carne,mezclándolo con yemas de huevos y azafrán.De esta manera, obtienen la base crujiente de muchos de los platos persas de pescado.
El cordero es la carne por excelencia. La más apreciada es la que proviene de ovejas de cola grasa. En estas especies, al igual que la joroba de un camello, la cola almacena la grasa y actúa como reserva durante los periodos de sequía. La preparación más famosa del cordero es el Kebab,cuando se dispone la carne en brochetas y se asa en las brasas. El pollo también es muy popular.
Otro de los platos más conocidos es el Abgusht, un cocido elaborado con carne de cordero y garbanzos que se sirve en un recipiente de cerámica llamado dizí.
El té y las especias son símbolo de la cocina de Oriente y ocupan un lugar muy importante en Irán. El té es la primera bebida del día y se consume de manera abundante. Las especias se utilizan como condimento en distintos platos pero, sobre todo, en kebabs y en el pescado a la parrilla. Destacan la menta, el azafrán y el coriandro.
Entre los postres hay que señalar el bastani (helado) de nata, azafrán y agua de rosas.También se sirve con frecuencia el faludeh, un sorbete de una especie de fideos helados y zumo de limón.
Estas tan sólo son algunas de las claves de la cocina iraní, ya que este país ha logrado un estilo culinario muy amplio y característico. Influenciado por antiguas poblaciones, existe una extensa gama de productos y platos de los que podremos disfrutar a la hora de visitar el imperio persa.