Sara López
Alberto Chicote, el cocinero de moda, ha hecho un hueco en su apretada agenda de rodaje para poder asistir a Madrid Fusión, allí sus declaraciones eran de las más esperadas, el personaje da mucho que hablar: su personalidad brusca y sincera, el programa que protagoniza o sus perspectivas en el mundo de la cocina, hacen que sus declaraciones resuenen más que otras.
A lo largo de una entrevista concedida para 20 minutos, el televisivo chef nos cuenta, que visiona un cambio en el mundo culinario, marcado por la situación actual de crisis y crispación, que hace que el consumidor vuelva a reclamar su papel protagonista.
“Durante los años de bonanza cualquiera podía hacer su propuesta particular que iba a ser refrendado de una manera u otra por el público. Ahora ya no es así. Están cerrando restaurantes que tenían una propuesta fantástica pero que por algún motivo la gente no quiere ir. Eso ya no se sostiene. Tienen que ofrecer algo que el público quiera refrendar, nosotros ya no tenemos capacidad de elección.”
Lo que el reputado cocinero viene a explicarnos es que el mundo culinario se ha centrado durante muchos años en el “cómo”, en lugar de centrarse en el resultado. Los chefs, desarrollaban innovadoras fórmulas de cocinar ¿pero eran propuestas que diesen un buen resultado?, esa pregunta no importaba tanto. Ahora no es así, el cliente busca no sentirse engañado, busca un plato bueno y de calidad, independientemente de las técnicas o la filosofía de cocina que ha dado lugar a la creación.
Esto no significa que Chicote imponga la cocina tradicional a la moderna. Para él este debate no tiene sentido. El problema no consiste en contraponer una cocina con respecto a otra, sino en focalizar el objetivo en el resultado que vamos a obtener ya sea dentro de una cocina de tipo deconstructiva, o una cocina mediterránea tradicional “Lo que tenemos que juzgar es el resultado final, no los pasos intermedios. El cómo al final no es lo importante”.
Pero lo cierto, es que el chef no puede negar que existe una tendencia de vuelta a lo tradicional. No tanto, en términos de cocina, sino en lo que el cliente quiere encontrar cuando va a un restaurante. Antes se podía llamar la atención por utilizar una técnica culinaria o unos alimentos novedosos… lo nuevo era sinónimo de bueno. Ahora no, el cliente quiere que un plato este bueno. Los fallos ya no se toleran, “me da igual de que se trate de un rabo de toro tradicional mal guisado y duro que una cosa supernovedosa hecha con no sé qué demonios, y que tampoco te satisfaga. Eso que antes era algo anecdótico, ahora es hiriente”, afirmaba Chicote.
No es extraño que Chicote tenga una visión tan clara de cómo está el panorama actual en el ámbito hostelero. Su programa, pone de manifiesto los propietarios de restaurantes en apuros, lo cual habrá ayudado mucho al chef a conocer en vivo y en directo qué falla y qué funciona en la cocina real. Actualmente ya han rodado cuatro episodios de Pesadilla en la cocina, con nuevos participantes que según afirma el televisivo chef “van a ser los mejores que han salido”, refiriéndose a estas últimas grabaciones.