Mi amiga Zaira Andrade cumplió 80 años, en la plenitud de su belleza, en el esplendor de su creatividad. Es pediatra, profesora jubilada de la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela y habla con la misma seriedad y entusiasmo tanto de astrología como de temas médicos. Ella es toda una inspiración. Para celebrar sus 80 años, creé esta torta singular tanto por su sabor como por los pasos que se deben seguir.
Ingredientes: 6 Huevos 150 cc de leche 300 gr de harina 300 gr de azúcar 150 gr de almendras fileteadas tostadas 1 cucharadita rasa de polvo para hornear 10 cc de sirope de rosas (este es un hermoso sirope árabe, de color rosa, con un perfume y un sabor extraordinarios)
Esta torta, llena de aromas, debe ser hecha de noche, con la Luna como cómplice y los grillos como discreta orquesta. Es conveniente que la haga una mujer, si un hombre cae en la tentación de hacerla, solo podrá si lo acompaña y lo ayuda la mujer de su vida, y se requerirá de un poco más de sirope de rosas para equilibrar la masculinidad. Esta es una torta femenina, llena de emociones, plena de sentimientos y un poco atolondrada, contiene sabores extremos, amores, pasiones, desafueros y una pizca de ira, algo de sentido común y un montón de intuición.
Se cocina a fuego lento, como las grandes cosas, como las buenas ideas, como las mejores vidas... se adorna con pétalos de rosas rojas, se degusta con champaña y siempre, inevitablemente, se debe brindar por la Nona con una sonrisa y a viva voz. Al iniciar la preparación se pueden recitar poemas de Pablo Neruda mientras se ordenan los ingredientes y se enciende el horno, los poemas de Vinicius de Moraes serían también una excelente compañía.
Un detalle muy importante es que esta torta, a diferencia de todas las demás, requiere de una cocinera que luzca hermosa, quien cocine debe adornarse como si de una gran cita se tratara, esto asegura no sólo un sabor hermoso sino un ánimo excelente para apreciar la belleza y la intensidad del postre. Se baten juntas la mantequilla y el azúcar, el batido debe unir a ambos ingredientes hasta que sean una sola alma, no se deben distinguir diferencias ni separaciones. Lentamente se añaden, sin dejar de batir, los centros dorados de los huevos, uno a uno... sin prisa... sintiendo... reflexionando... Una vez que todas las yemas estén incorporadas, se vierten la leche y el sirope despacio, uniéndolo todo... este es un momento muy importante, hasta ahora la torta se parecía a muchas otras, pero a partir de este momento, cobra su propia identidad, se independiza, se revela... Comienza a ser la torta del amor de la Nona... Ahora, se agregan los frutos tostados... Este es el momento de agregar las claras batidas a punto de nieve, esa espuma blanca y sedosa que hará de este postre un dulce cojín de recuerdos y sueños. Finalmente, se incorpora la harina cernida y el polvo de hornear sin batir, sólo con movimientos envolventes, cuando la pasta esté homogénea, se deposita en un molde previamente enmantequillado y enharinado y se deja cocer en el horno que estará a 200 grados. Una vez dorada y cocida, se deja enfriar y se desmolda para ser coronada con pétalos frescos de las rosas rojas más bellas que encuentre. Como ya dije, este postre está diseñado para ser degustado acompañado de una fría champaña y en maravillosa compañía y siempre cumpliendo el ritual previo: ¡SALUD... POR LA NONA!
1 COMENTARIO
angel
15/03/2016 | 15:20 a fuego lento, como las mejores vidas...
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr