No puedes perderte esta maravillosa ensalada repleta de color, salud y contrastes: bulgur, cebolletas, tomate, granada y aliño de frutos secos porque… ¡sí!, los frutos secos son perfectos también para equilibrar las veraniegas ensaladas, aportando su carga de nutrientes, profundos sabores y crujientes texturas. Bonus: puedes dejarlo casi todo listo el día anterior, estará incluso más jugosa.
Si en verano seguimos comiendo alimentos de los grupos básicos: arroz, hortalizas, pescado, carne, leche…¿por qué dejamos de comprar frutos secos, desterrándolos de nuestras mesas cuando llega el calor?
Mejor, desterremos la idea de que los frutos secos engordan.
No culpemos a Bellalmendra de lo que hizo la Malvada Tanda de Helados Utra Azucarados.
Es cierto, los frutos secos, en un volumen muy pequeño, encierran gran cantidad de energía, pero también lo es que es una energía (calorías) repleta de nutrientes esenciales, y el modo de beneficiarnos de todas sus cualidades es consumirlos diariamente durante todo el año, en pequeñas cantidades (10-12 unidades) y, muy preferiblemente, consumirlos al natural, sin procesar.
La equilibrada composición de sus grasas, fibras, proteínas y otros componentes no sólo aportan grasas beneficiosas (como el omega -3), sino que ayudan a equilibrar nuestros niveles de colesterol y, en un entorno de alimentación saludable, ayudan a protegernos de enfermedades graves, como las enfermedades coronarias y, por si fuese poco, su elevado aporte de antioxidantes (que protegen las membranas celulares), ayudan también a retrasar procesos de envejecimiento.
Los frutos secos son mucho más que un postre navideño. Por más que tenga sentido su consumo en invierno, en verano son perfectos precisamente para complementar platos fríos porque, con muy poca cantidad, obtendremos muchísimo sabor, texturas crujientes, proteínas vegetales y grasas de calidad.
En esta ensalada de hoy combinaremos las saludables nueces y almendras con sabores refrescantes, como el ácido del tomate y la granada, y el picante de la cebolleta. Los aromáticos harán el resto para que disfrutes de este nutritivo plato.
Para el bulgur
- 250 g bulgur
- 4 cebolletas tiernas, picadas muy finas
Para la ensalada
- 6 tomates, cortados en dados
- Unas hojas de col rizada o kale, en fina juliana
- 2 cucharadas soperas de granos de granada, o de grosellas rojas
- 4 cucharadas de perejil picado
Para la vinagreta de frutos secos
- 2 cucharadas de nueces picadas gruesas
- 2 cucharadas de almendras crudas picadas gruesas
- 2 cucharadas de yogur espeso
- 1 cucharada de zumo de limón
- 2 cucharadas de menta fresca en fina juliana
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Para el bulgur
Poner el bulgur en un cuenco junto con la cebolleta. Mojar el bulgur con unas cucharadas de agua hirviendo (lo justo para humedecer los granos, el bulgur ya está precocido, lo único que hacemos aquí es rehidratarlo, de este modo quedará suelto y refrescante en la boca) y dejar enfriar. Podemos tapar el bol y dejarlo enfriar en nevera hasta el día siguiente, así estará frío cuando lo sirvamos.
Para la vinagreta de frutos secos
Emulsionar el yogur, el zumo de limón, el aceite de oliva y la sal, pasarlo todo a un cuenco y añadir a mano los frutos secos picados y las hojas de menta fresca en juliana Rectificar el punto ácido del zumo de limón y el punto de sal, y lo dejaremos enfriando en nevera.
Para la ensalada
Un rato antes de servir, mezclar todos los ingredientes y reposar en nevera.
Servir frío.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |