Recomendación del mes: hoy os presentamos un bar que hemos conocido recorriendo Badajoz y que nos acerca al producto extremeño por excelencia y a una de las gastronomías más ricas del país: el Mesón El Coto.
En Extremadura sobran los establecimientos en los que poder catar buenos embutidos ibéricos. No en vano, de allí es una de las cuatro denominaciones de origen reconocidas por la Unión Europea del cerdo ibérico, junto con las de Huelva, Guijuelo y Los Pedroches: el jamón ibérico de la Dehesa de Extremadura.
Hoy os queremos recomendar un rincón al sur de la comunidad, en la comarca de La Serena, que si os pilla de paso es un lugar estupendo para hacer una parada de avituallamiento. Las marcas de la casa: buen jamón ibérico con un trato cercano y muchos años de experiencia. Todos conocemos algún bar que nos transmite sensaciones de bienestar similares a las experimentadas cuando uno está en su propio hogar. Pues, para los vecinos de la localidad de Castuera (Badajoz), existe un lugar que define dicho sentimiento y se llama Mesón El Coto.
Alejandro Castellanos es el dueño de este negocio familiar, junto a sus padres y su hermana. Desde el año 1991, las puertas de El Coto han permanecido abiertas y tras más de dos décadas satisfaciendo a un amplio público creen que la clave de su éxito reside en el trato de fidelidad con cada cliente y, por supuesto, en la calidad de los productos que ofrecen.
Y es que, aquí es donde se desvela el secreto gastronómico que hay detrás: la etiqueta de ibéricos. Todos los manjares que brinda son productos típicos de la zona y de la fábrica de jamones y embutidos El Coto de Galán, razón por la cual decidieron darle al bar su nombre.
El jamón ibérico extremeño se diferencia de otros por su carne de sabor delicado, poco salado o dulce, un aroma agradable y una textura poco fibrosa. Su forma exterior es alargada y perfilada mediante el llamado corte en V. Para obtener un buen ibérico es necesario seguir unos procesos de salazón, secado y maduración muy exigentes y artesanales. La tierra, la experiencia y el tiempo hacen el resto -para degustar un buen ibérico pueden ser necesarios hasta tres años o más-.
Y todo eso lo tienen en cuenta en este rinconcito hostelero del sur de Extremadura, donde el jamón ibérico es la especialidad -lo dicen ellos y lo corroboran quienes han pasado por allí y han catado el producto-. Codearse con la dehesa y un ecosistema tan único como productivo origina estos “milagros culinarios” que todo el mundo debería probar.
Alejandro, su dueño, lo tiene claro: cada vez que obtiene un "gracias" por parte del cliente sabe que está haciendo las cosas bien y reconoce que no hay nada más gratificante. Sin duda, un sitio digno de recomendar si eres amante del alimento peninsular por excelencia y quieres saber porqué la Dehesa extremeña da uno de los mejores tipos de jamones del mundo.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |