Este dulce tan querido tanto para niños como para mayores es el alimento de los dioses.
Que a todo el mundo le gusta el chocolate está claro, a la mayoría de la población mundial le gusta este producto a pesar de que su aspecto no sea tan atractivo. Negro, pegajoso, empalagoso y un olor poco común en su estado puro, pero a aún así el gran amante de pequeños y no tan pequeños.
Muchas personas confiesan que necesitan solamente una onza de chocolate para poder finalizar su día, que ésta les aporta la energía necesaria para volver a levantarse después de una copiosa comida y poder afrontar la tarde. Y es que el chocolate desarrolla una fuerza irracional en nosotros sólo con imaginarlo, y mucho más pronunciada con verlo frente a nosotros.
Estudios demuestran que un 40% de mujeres norteamericanas y un 15% por la parte de los hombres, reconocen tener un ‘deseo de tomar chocolate sin que ninguna otra sustancia sea capaz de aplacar este deseo’. De hecho, ha surgido el concepto de ‘chocolismo’ como la adicción al chocolate, y la han comparado como la adicción a sustancias tan fuertes como el alcohol y otras drogas.
El chocolate puede influir en el estado de humor de una persona, afectar a sus alegrías y a sus tristezas e incluso sobre la voluntad. Por otra parte, con la gran cantidad que azúcar que aporta a nuestro organismo, hace que los niveles de serotonina que están bajos cuando estamos depresivos o tristes se activen y vuelvan a su estado natural. También puede llegar a producir pequeñas dosis de placer, semejante a lo que un organismo padece al ingerir sustancias como el cannabis.
A lo largo de la historia, tribus aztecas y mayas usaban el chocolate como activador de la energía corporal, como revitalizante para cargar fuerzas. Este dulce alimento, contiene un elevado número de calorías, una acción sinérgica de cafeína y teobromina, sustancias que provocan una acción estimulante, de ahí que se consumiera mucho chocolate para la construcción de las pirámides de estas históricas tribus.
Este alimento que se derrite en la boca al consumirlo, goza también de propiedades afrodisiacas, hace que nuestras endorfinas u hormonas del placer se incrementen de ahí su denominación de Teobroma, el alimento de los dioses.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |