Oler, sentir, degustar; fundirse en armonía con el tiempo, acariciar un momento, congelar el espacio y analizar la textura de la que están hechos los sueños es la nostalgia del que siempre ha sabido comer. Nuestro estómago nos reclama poesía, versos con sabor y con un toque de sutil romanticismo que convierten la cocina en un arte.
Hace ya tiempo de que Berto me recibiera por primera vez en su casa, entre fogones, en un pequeño restaurante situado en la misma playa de la Concha en Suances. Mi padre, que siempre me ha inculcado el buen comer, es decir, la capacidad para imaginar aquellos platos que te hacen segregar saliva y que una vez adquieren forma desembocan en un estallido de emociones, me ha convertido en un auténtico amante de la cocina que siempre busca experimentar y obtener nuevas sorpresas.
Pero os preguntareis quién diablos es Berto. Pues bien, es el dueño de “La Cabaña”. Su restaurante lleva años sirviendo a sus comensales los mejores productos del mar, siempre frescos y recién pescados. Sus convenios con los pescadores de la zona le permiten disponer siempre de la mejor calidad en sus productos, por lo que estos sólo están disponibles en su momento óptimo. Pero aparte de todo esto, si destaca por algo es por su mano diestra a la hora de desenvolverse en la cocina. Cada uno de sus platos es una oda al sabor de la mar, aunque también cuenta con productos cárnicos de excelente calidad. Destacan en especial sus sardinas, que se sirven por docenas o medias docenas, sus salmonetes y sus calamares como platos recomendados para picar. Por otro lado, en lo que se refiere a segundos platos como se suelen denominar, cabe remarcar con especial importancia el bonito. Su sabor es inmejorable y lo prepara de tres formas distintas: encebollado, a la plancha con tomate y en marmitaco. Este último es su plato estrella y sólo está disponible los miércoles. Es sin duda el guiso más rico que he probado y lo recomiendo con especial hincapié. Para terminar, cabe señalar un plato más, los chipirones en su tinta que también son uno de los puntos fuertes de la carta y están de muerte.
En definitiva, si tenéis la oportunidad de viajar al norte de España y visitar Cantabria, no dudéis en acercaros a Suances y pasaros por “La cabaña” de Berto quién os esperará con los brazos abiertos para dejaros con la boca abierta. Y recordar que la cocina es parte de nuestra historia y también de nuestro recuerdo así que cuidarla siempre, viajar mucho y empapaos de la gastronomía de cada rincón que visitéis. Como decía mi padre: “Si no como bien, me desmorono”.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |