Ser aprendiz de chef por un día está de moda en la capital. Diferentes causas explican este fenómeno en auge del mundo del ocio y la gastronomía.
Natalia Llopis Benito
Invertir el dinero en aprender algo, socializar y conocer gente, mejorar en el arte de la cocina, prepararse para esa cena de amigos, o simplemente, pasar un buen rato son algunos de los motivos que han puesto de moda los cursos de cocina. En los últimos años han aumentado considerablemente el número de sitios que ofrecen estos servicios; empezaron siendo simples escuelas que daban clases de cocina a aquellos que no sabían ni freír un huevo. Más adelante, con la revolución sushi, todo el mundo quiso aprender a enrollar las algas nori con la finalidad de crear algo lo más parecido posible a un maki; y fue entonces cuando surgieron los cursos de cocina japonesa, que ya más que tener una finalidad educativa, se basaban en el entretenimiento y el ocio. Entonces, grandes expertos de la cocina decidieron crear unos pequeños espacios en sus restaurantes en los que enseñar de manera privada a un pequeño grupo de personas, algunos de sus secretos y trucos de cocina.
Esto último fue la plataforma de lanzamiento del mundo de los cursos de cocina como algo relacionado con el tiempo libre y la diversión. Aquí os vamos a mostrar algunos ejemplos de esta alta cocina llevada al alcance del “aspirante a chef” que hay dentro de cada uno:
Kitchen Club: De mano del cocinero Andrés Madrigal, esta escuela cuenta con 40 cursos y la ayuda de dos socios. Uno es el autor del fantástico interiorismo de lo que hace años fue un burdel: el arquitecto y cocinero Carlos Pascal. Algunos ejemplos de lo que puedes aprender aquí son Alta Cocina Low Cost, La Cocina de Darío Barrio y diferentes cursos de coctelería y cata de gin-tonics. Sus más de 10.000 aprendices reafirman su éxito. En la calle Ballesta 8. 90 euros por tres horas y media de curso.
A Punto: Esta librería de Chueca está dirigida por Ana Lorente (crítica de vinos), Sara Cucala (periodista gastronómica) y Roberta Bruno (publicista). Más de 14.000 alumnos la han visitado desde su apertura en 2009. Destacable el éxito de su clase de Arroces de Temporada. Calle Pelayo 60. 40 euros por tres horas de curso.
Summa: El mundo sushi nunca falla. Con tan sólo cinco asistentes, el curso de Sushi Tradicional de este restaurante japonés del distrito financiero, se disfruta enrollando y desenrollando makis durante dos horas por un precio de 50 euros. En la calle Profesor Waksman número 9.
Alambique: En un menú que se precie no puede faltar el dulce, por eso en esta tienda de accesorios de cocina se celebran cursos de tartas de fondant, una pasta de azúcar que cubre la tarta con la que puedes crear auténticas maravillas. En este centro repostero dirigido por la chef María Llamas, te enseñan a manejarte con el fondant como si fuera plastilina. En la Plaza de la Encarnación 2; 60 euros por tres horas.
Sólo hace falta tener ganas y un delantal a mano, que lo demás ya te lo enseñan ellos.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |