Las tradiciones religiosas hablan de los sentidos como los grandes traicioneros, aquellas vendas que no nos dejan percibir la realidad... Los científicos se valen de los sentidos para calificar los hechos, su premisa es "Sólo lo que percibo a través de mis sentidos es real"... Y en el medio estamos nosotros... Quienes pensamos que los sentidos son un puente, un ticket de entrada a una fiesta que muy bien podríamos llamar espiritual.
Y si no, prueba esto...
Toma un alimento de consumo cotidiano, un trozo de pan, una uva, una hoja de lechuga... Mírala con detenimiento, descubre todos los colores que tiene, aprecia su forma, tócala, recorre sus bordes, siente su textura con los dedos... Ahora siéntela con tus labios. Huélela, trata de identificar la gama de aromas que despide... Llénate de su olor.
Luego introduce tu alimento en tu boca... Hazlo con lentitud, casi con devoción. Siente como tu alimento es una explosión de sabores en tu lengua, paséalo dentro de tu boca descubriendo la multiplicidad de sabores que destellan. Mastica durante el doble del tiempo que acostumbras a hacerlo y escucha como lo haces, siente el grado de dureza o suavidad, repártelo por toda tu boca y traga.
Podemos probar con dos alimentos al mismo tiempo, un trozo de mango y una ciruela, por ejemplo, ambos bailando, dando lo mejor de sí mismos a nuestras papilas gustativas que festejan la llegada de sabores frescos e intensos, ambos expresando sus naturalezas distintas, ambos llenándonos de sensaciones extremas ¿Contradictorias? ¿Complementarias?
Con el segundo bocado, recuerda algún episodio interesante ligado a tu alimento, es probable que recuerdes a tu mamá dándotelo de comer o alguna emoción que esté asociada a este alimento... Mientras tengas tu segundo bocado en la boca, siente tus emociones, tal vez te sientas tranquilo, relajado y disfrutando de esta experiencia o quizás puedas sentirte un poco ansioso por la novedad de dedicarle tanto tiempo y atención a un trozo de pan, realmente no importa lo que sientas, lo importante es el hecho de sentirlo.
Tercer bocado... Es momento de la reflexión, mientras saboreas y sientes tu alimento, piensa en su origen, piensa en las manos que cuidaron de él, piensa en toda la cadena económica que finaliza cuando comes tu alimento, piensa en años y años de evolución biológica para que tu alimento sea lo que hoy es. No dejes de percibir tu alimento, podemos pensar y sentir al mismo tiempo... Vuelve a tus emociones... ¿Cómo podrías calificar el sabor de tu alimento en términos emocionales? ¿Nostálgico? ¿Alegre? ¿Violento? Cada sabor tiene una personalidad, que se desarrolla cuando hace contacto con tu lengua.
Podemos seguir así, conectándonos con nuestras sensaciones cada vez que comamos algo... Podemos ser más atrevidos aún y preguntarnos ¿Cuál es el sentido de mi vida en este momento al saborear esta uva? ¿Qué me dice ella de lo trascendente o no de la vida? Podemos aventurarnos más y preguntarnos ¿Qué cosa sublime, espiritual percibo cuando siento el estallido de sabores en mi boca? ¿Los sabores me dan alguna noticia de lo esencial de la existencia?
Y seguimos comiendo... Día tras día, podemos hacer del acto de comer un júbilo, una oportunidad para sentirnos vivos en el sentido más amplio y literal de la palabra.
Nuestros sentidos están allí para nuestro disfrute, eso es obvio, pero podemos hacer uso de ellos también para nuestro propio crecimiento como seres humanos, para intensificar nuestras experiencias en la vida, para bailar al son de la música de "La fiesta de los sentidos".
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr