Todos conocemos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud relativas a frutas y verduras, que consisten en tomar unas 5 raciones al día. Realmente los beneficios que obtenemos con estos alimentos lo aconsejan, para asegurar una mejor calidad de vida.
Todos los países coinciden en fomentar unos hábitos de vida saludables y para ello el parámetro más importante es la alimentación.
Una alimentación saludable se refiere a ingerir alimentos, con los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo y conseguir con ello una mayor calidad de vida. Un alimento sano es aquél que no contiene ningún elemento que cause daño o enfermedad y entre estos sin ninguna duda, están las frutas y verduras en su totalidad.
La alimentación saludable debe adaptarse a varios factores como la edad, el sexo, el estado de salud, el trabajo, etc., así como conocer las fuentes de nutrientes disponibles en nuestro entorno. Siempre es mejor consumir lo que produce nuestra tierra, estos alimentos estarán más frescos y en su punto de sazón.
Las frutas y verduras son muy ricas en vitaminas, minerales, hidratos de carbono complejos con fibra vegetal, a la vez que tienen un bajo contenido en grasas (y estas son siempre insaturadas), en calorías y en sodio. Además no tienen nada de colesterol.
En un sinfín de estudios realizados a lo largo de muchos años, siempre se ha demostrado, que la población que más frutas y verduras comía, era la que menos padecía de enfermedades cardiovasculares.
Como prevención por tanto, todas las frutas y verduras que se coman, son pocas.
Las recomendaciones prácticas serían por tanto:
-Consumir una vez al día, por lo menos, un buen plato de verdura o ensalada. Mejor esta última, porque al cocer la fibra vegetal cambia sus propiedades y pierde parte de sus nutrientes, por ejemplo la vitamina C, necesaria para evitar la oxidación de las lipoproteínas. Por eso parte de los vegetales deben estar crudos.
-Tomar al menos dos piezas de fruta, una a ser posible por la mañana antes de desayunar. Nos proporcionan agua, vitaminas antioxidantes y enzimas que nos ayudan a hidratar, depurar y vitalizar el sistema cardiovascular.
-Evitar los aguacates, aceitunas y frutos secos, por su alto contenido en grasas. Estos últimos tomarlos mejor crudos, así contienen más vitaminas. Sobre todo no tomar cacahuetes, pues la grasa que contienen es saturada, al igual que el coco.
-Las patatas y otros vegetales ricos en almidón, se consideran dentro del grupo de los cereales, por su elevado contenido calórico en relación a la fibra, vitaminas o minerales que contienen.
-Las verduras mejor asadas, cocidas o al vapor que fritas.
-Cuidado con el contenido en sodio de las verduras enlatadas.
Estas 5 raciones recomendadas en principio pueden parecer excesivas, pero hay que tener en cuenta el tamaño o la cantidad ingerida. Una ración sería una fruta mediana o dos o tres pequeñas, una rodaja de fruta grande, una hortaliza tamaño mediano o un plato de ensalada o verdura cocinada.
Podemos decir que las frutas y hortalizas de color rojo, son beneficiosas para el sistema cardiovascular, la memoria y para prevenir el riesgo de cáncer y de enfermedades del sistema urinario. Las de color blanco disminuyen la presión arterial, previenen la diabetes II y combaten las infecciones. Las de color naranja refuerzan el sistema inmune, ayudan a tener una mejor visión y cicatrización y protegen de la radiación ultravioleta además de mejorar el ánimo. Las de color verde equilibran el sistema hormonal, proporcionan beneficios a los sistemas cardiovascular y nervioso, también alivian la ansiedad. Y para acabar las de color morado previenen del envejecimiento celular, mejoran la presión arterial y el funcionamiento del corazón.
¿Necesitamos más razones?
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |