La dieta mediterránea no es solo un modo de comer, sino un estilo de vida. Aúna una cocina basada en ingredientes naturales propios de la zona y preparados de un modo tradicional, con la socialización de la comida en celebraciones tradicionales y todo tipo de festejos, sin dejar de lado el ejercicio físico moderado y todo esto favorecido por un clima benigno gracias al cual apetece estar al aire libre. Todo ello conforma un modo de vida saludable típico de los países mediterráneos.
Es una herencia cultural de los países de la cuenca mediterránea, que comparten productos, técnicas de cultivo, sabores, colores, mitología, etc. Se ha transmitido de generación en generación y en cada una de ellas ha incorporado nuevos productos y técnicas culinarias, pero siempre lo importante ha sido comer y beber juntos, por ello el ingrediente principal de la dieta mediterránea, es la sociabilidad.
El resto de ingredientes fundamentales son sobre todo, el trigo, la vid y el olivo. Sin olvidar las legumbres, verduras, frutas, pescados, quesos y frutos secos.
Sobre todo se comen vegetales, pan, arroz, pasta, legumbres, pescado,frutas y frutos secos, como grasa se utiliza casi en exclusividad aceite de oliva y siempre un vaso de buen vino. Las aves, huevos y lácteos, se consumen con moderación y la carne roja, muy poco.
Con todo esto conseguimos una dieta equilibrada y saludable, con un aporte de nutrientes correcto, un consumo bajo de grasas saturadas y elevado si son insaturadas. Así como un aporte elevado de fibra y de compuestos antioxidantes tan beneficiosos para la salud y la longevidad.
Hasta la segunda mitad del siglo XX, no se empezó a hablar de dieta mediterránea. Gracias a los estudios de Leland G. Allbaugh, que comparaba la dieta de los cretenses y los estadounidenses, observando en los primeros una significativa disminución de las enfermedades coronarias y todo debido a su estilo de vida.
Actualmente los mejores embajadores de esta dieta, convertida en Patrimonio Cultural de la Humanidad, son España, Italia, Grecia, sur de Francia y Malta.
Los principios básicos son:
- Utilizar siempre el aceite de oliva, tanto en crudo como para frituras.
- Sobre todo platos vegetales.
- Cereales en forma de pan o pastas, aportan la energía necesaria.
- Productos frescos y de temporada, hay que huir de los alimentos prefabricados.
- Los lácteos como yogur y queso, que pueden ser desnatados, aportan las proteínas necesarias y equilibran la flora intestinal.
- Evitar las carnes rojas, que son tóxicas para el organismo.
- Comer pescado sin límites y pocos huevos, en contrapartida.
- Como postre y en meriendas, frutas frescas son la mejor opción.
- Beber mucha agua beneficia todas las funciones del cuerpo y un vasito de vino en las comidas, también es saludable.
- Hacer ejercicio, no hace falta correr la maratón, solo caminar, nadar, subir escaleras, es suficiente.
Con seguir estos sencillos consejos mejora de forma apreciable la salud y a largo plazo, se padece menos de enfermedades como el Alzheimer o la demencia senil. Se disminuye además el riesgo de obesidad, hipertensión, diabetes, infartos o accidentes vasculares.
Como vemos todo son ventajas y además siguiendo estos sencillos consejos, la salud mejora y con ello el estilo de vida, siendo más placentero y relajado.
Como recomendación de restaurantes emblemáticos de dieta mediterránea, tenemos en Barcelona, el “Miramar Restaurant Garden & Club” y “La Terraza de Clarís”.
En Madrid, “Paradis Madrid” y “Amayra”.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |