La rica gastronomía hindú parece pasar desapercibida entre los menús asiáticos más populares. Pero eso no quiere decir que no merezca nuestra atención
Eva Martín Escobar
Cuando hablamos de cocina asiática, todos tendemos a pensar en chinos, japoneses y, quizá, tailandeses. Sin embargo, dentro de la gastronomía del continente asiático, hay una cocina que cuenta con un lugar privilegiado entre las cocinas mundiales: la hindú.
Si se trata de probar nuevos aromas y sabores, el segundo país más poblado del mundo nos ofrece una inmensa variedad culinaria con sus elaborados y sabrosos platos.
La India se caracteriza por su gran diversidad cultural, lingüística y gastronómica. Sin embargo, a lo largo y a lo ancho del país se comparte una característica que inunda todas las cocinas: las especias.
Aunque muchas de sus recetas provienen de los persas, los recetarios hindúes son muy variados. Sus sabores, aún siendo un país inmenso, son únicos y muy reconocibles en sus guisos dignos de finos paladares por su mezcla de gustos.
Los hindúes tienen su propia forma de hacer en la cocina, sus métodos propios. Su característica más típica es el uso del horno tandoori, hecho de barro, además de tener su propia forma de fritura y cocción de los alimentos.
Como decíamos, si existe un elemento común a toda la gastronomía hindú, éste son las especias. Las más comunes son la cúrcuma, el pimiento dulce, el garam masala (una variedad de especias mezcladas), el comino, el jengibre, el cilantro, el curry y los chilis picantes frescos. Con estas, se elaboran también sus famosas salsas con base de crema, nata o yogur, que también se ven enriquecidas con aromas exóticos de tamarindo, lima, canela u hojas de pino.
Otro elemento indispensable en su cocina es el que sería el equivalente al pan en la dieta mediterránea: el nan. Este pan hindú se elabora en el tandoori, que tiene que estar muy caliente, por lo que este horno se enciende dos o tres horas antes de cocer el nan. Este tipo de pan no suele llevar levadura, y forma parte de muchos platos como acompañamiento. Para su elaboración, la masa se pega a las paredes del tandoori, para así saber cuándo el pan está listo: si se retira de las paredes con facilidad, es hora de llevarlo a la mesa.
En cuanto al menú típico hindú, podemos dividirlo en entrantes, plato principal y postre. Entre los entrantes más típicos encontramos samosa, una pasta frita rellena de verduras sazonadas; pakora, que son verduras rebozadas y fritas; chicken chap, una especialidad consistente en pollo adobado con almendras, especias, hierbas y yogur que se cocina también en el tandoori; y el chicken tika, que es pollo adobado en especias y hierbas y cocinado a la barbacoa.
En cuanto al plato principal, la carne es una parte fundamental del menú en la India. Destacan dos platos de pollo: el cocinado con especias, crema y mantequilla, y el famoso pollo al curry. Del mismo modo, el cordero cuenta con diferentes recetas típicas, como el shaki korma, con crema y curry; el cordero dopiazza, con hierbas, especias, cebolla y salsa espesa; o el cordero biryani, sazonado y acompañado de arroz hindú.
Entre el pescado y los mariscos destacan las gambas masala y las gambas madras, con hierbas, especias y picante; o los pescados elaborados con hierbas y almendras, así como el palak, con espinacas, crema y especias. Ni que decir tiene que, como en casi todas las culturas asiáticas, el arroz es el acompañante principal de muchos de estos platos.
Las especialidades vegetarianas tienen también un puesto importantísimo en el menú de este país, hasta el punto de que más de un 60% del país consume sólo este tipo de alimentos. Entre ellas destacan la verdura variada con crema fresca y curry (nauratan curry), las lentejas con cebolla y tomate (tarka dall), y las albóndigas vegetales sazonadas y acompañadas de crema fresca (malai Kofta).
Por último, los postres hindúes son una auténtica delicia y van desde el malai Kulfi, un helado hindú con crema fresca, almendras y pistacho, hasta el ras malai, un requesón con crema de leche, hielo, almendras y pistacho, pasando por el gulad jamon, que consiste en leche frita con sirope de pistachos. Si se desea algo más ligero para terminar la comida, se puede optar por un vaso del delicioso lassi, que no es más que yogur batido.
En cuanto a las bebidas, aunque el café es consumido de forma habitual, el té es la bebida más popular entre el pueblo, destacando una variedad especialmente digestiva de té rojo con clavo y canela que ayuda a los estómagos hindúes a digerir su sabroso menú.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |