La forma más adecuada para congelar las fresas es desechar las que no estén en buenas condiciones, especialmente si presentan moho. Con aquellas que sí son óptimas, las lavamos y dejamos que escurran el agua en un colador para que luego no se forme escarcha y cueste más separarlas. Debemos colocarlas en un recipiente amplio, de modo que las fresas no se apelmacen. También podemos congelarlas en papel de aluminio, envolviéndolas de forma separada.
Otra forma de congelarlas es introducirlas en una cubitera con un poco de agua alrededor.
Y una vez congeladas ¿qué podemos hacer con ellas?
Fundamentalmente, podemos usarlas para enfriar las bebidas. Si dispones de una buena picadora, las fresas congeladas son una excelente manera para preparar granizados y smoothies. Y, por supuesto, también puedes preparar tu propio helado.
Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |