¡Cómo corre el tiempo!
Sí, el tiempo vuela de verdad. Y más este mes de abril que ha sido intenso en actos, de los cuales yo destacaría dos, en los que además tuve la gran suerte de estar presente. El primero fue en Gijón, en el restaurante Gallery Art&Food, hasta donde se desplazó la gran cocinera Hiroko Shimbo para ofrecernos a un grupo reducido de cociner@s y periodistas, una clase magistral sobre la filosofía de la cocina japonesa. ¡Qué bien lo pasamos y cuánto aprendimos! Más tarde disfrutamos una cena en la que no sólo nos divertimos mucho sino que además fue una ocasión para reencontrarme con un montón de colegas de toda España y poder visitar esta maravillosa ciudad, muy andarina como san Sebastián. Amigos, tomad nota para este verano: hay que visitar el norte estas vacaciones, veréis cómo os gusta.
Este mes también he estado un día en Madrid, actuando como miembro del jurado en el Campeonato de Cocina para jóvenes promesas que todavía están estudiando, que organiza Zoco. Aprovecho estas líneas para felicitar a la organización ya que todo resultó impecable. Además, tengo que destacar la buena salud de la que goza la cocina española con estos jóvenes. Se nota que esto funciona y que hay cantera y me alegro.
Pero, centrémonos en mayo, que va a pasar y no habré contado nada de lo que podemos encontrar en el mercado en esta época. Respecto al pescado, sigue sin cambios notables respecto al mes pasado pero, ¡ojo! a los salmonetes. Es un pescado con nombre de piropo "sal monete"... Ja, ja, ja. En esta época se empiezan a encontrar de muy buen tamaño. A mí para freír me gustan pequeños y pasados por harina de garbanzos, le da un toque de crujiente que me gusta. Pero para comer solos, uno de un cuarto de kilo, ¡me vuelve loco! Salen muy buenos al ajo pescador. Mirad, ponéis un poco de aceite en una sartén con una hoja de limonero, una de laurel, una corteza de limón y dos dientes de ajo. Cuando se doren, se le añade un chorrete de zumo de limón y se echa por encima del pescado y se pone al horno durante 10 minutos. Al sacarlos, se le añade sal y quedan riquísimos.
Sobre la volatería, poco os puedo contar, ya que está estancada y en espera de meses mejores. Respecto a las frutas, las frambuesas y los fresones están de muerte. Os recomiendo que probéis las frambuesas sólo con zumo de naranja y un poco de menta picada. Están de locura de buenas y es un postre sencillo de preparar y rico en sensaciones. En este mes también entran en escena los nísperos, pero de momento están caritos, así que mejor esperamos hasta mediados de mes para empezar a comerlos.
Ya estamos en el mes de los espárragos y muchas hortalizas, que podemos aprovechar para comer frescas y a su precio, como las habas, los calabaciones, las berenjenas y también las patatas. Podéis empezar a practicar la tortilla de patata, tan buena y socorrida en estas fechas para ir a la playa o al campo. Sí, amigos, sugiero que reinventemos la fiambrera y la tortilla de patata. A mí me encanta como la hacía mi madre, con pimientos verdes y rojos y cebolla. De esa forma queda muy jugosa. Además, se le puede echar un poco de picante y queda muy buena. Ya me contaréis cuando la hayáis probado. El mes de mayo también es un buen tiempo para el cordero, como os conté en una editorial anterior, y además está mejor de precio, más baratito. El saber esperar tiene sus recompensas. Os cuento que en este mes curiosamente la merluza suele bajar de precio, así que aprovechad a tomar merluza que está bien rica y se puede preparar de muchas formas.
Os voy a contar un secretito para comprar más barato el pescado para casa. Si uno no tiene prisa y le da igual comer una cosa que otra, la solución es ir al mercado un cuarto de hora antes de su cierre los sábados a la sesión de pescado y ofertar un precio más bajo. Los pescaderos siempre prefieren venderlo más barato que quedárselo hasta el martes, que tendrá muy mala salida, y además lo tendrán que vender barato. Así que amigos, el sábado os quiero ver a todos regateando y merodeando el mercado los puestos de pescado a última hora. Planteároslo como un juego. Os fijáis a eso de las 12h qué tienen en la piedra y os ponéis objetivos. Por ejemplo, una gambas o un pescado y si es bogavante, nécoras o langostas, fijaros si son de vivero. Pero si han estado fuera de el vivero, lo tienen que vender, si no lo perderán. Espero que esa sea una buena pista. Quiero que me contéis cómo ha ido la caza en el mercado. Podéis escribirme a koldo@afuegolento.com y no dudéis en recomendarme un mercado y un producto de vuestra tierra, ¡que estaré encantado de conocerlos!
Un vino para esta época que nos recordará esa feria de abril ya acabada, pero que nos gustaría poder continuar eternamente, sería un oloroso. Recordad que son vinos que se deben tomar fresquitos. Uno de mis preferidos es la manzanilla La Guita, de la bodega Hijos de Rainera Pérez Marín (de la Denominación de Origen de Jeréz). En nariz es muy equilibrado, dando la sensación de tener un perfume de heno, algas y frutos secos; en boca también es muy equilibrado y expresivo. Se nota su juventud sana, y de precio está muy bien, lo podemos encontrar entre 4 y 5 euros la botella, así que está al alcance de todos los bolsillos.
Ese vino me gusta para acompañar un buen salmonete o para disfrutar por la mañana con unas buenas frituras, y por qué no, también hace un buen hermanamiento con los quesos, probadlo, a ver qué os parece.
Bueno amigos, a mediados de mes os volveré a contar más cosas sobre cómo me fue en el Senado en la Comisión sobre la Alimentación Infantil, a la que acudo como delegado de Eurotoques, y también os explicaré la ponencia que daré en el museo de arte moderno de Palma de Mallorca, Es Baluart, sobre "Arte y Cocina". Como véis, otro mes muy ocupado, pero eso es lo que a mí me gusta. Siempre tengo nueva recetas en mente, así que ¡hasta dentro de quince días!