Comidas y cenas navideñas. ¿Tradición u originalidad en la cocina?

Por ejemplo: las gambas, los carabineros, los langostinos y demás mariscos que suelen dar entrada a la cena o la comida, pueden ser sustituidos por pequeños aperitivos salados. Unas palmeritas de jamón y queso, que gustan a los más pequeños, unas tartaletas de berenjena, o unos rollitos de salmón ahumado son ejemplos fáciles de preparar y que además permiten que los niños puedan ayudar en la cocina y familiarizarse con los productos. También es muy común servir caldos caseros, casi siempre de pescado, como entrante.   Las carnes pueden sustituirse por pescados, que son más ligeros y magros y, además, su importe de proteínas es más saludable. Un ejemplo clásico que se consume en muchas casas españolas durante estas fiestas es la merluza. Este pescado puede prepararse de muchas formas, siendo la salsa verde una de las más conocidas y utilizadas.   Si por el contrario preferimos hacer un plato de carne, en lugar de utilizar el cordero, podemos usar pollo o pavo, que son más ligeros y menos grasos. El pavo, por ejemplo, permite asarse con numerosos rellenos. Podemos encontrar varias recetas en las que se rellena con fruta y verdura, haciendo que quede muy jugoso y rico.   La guarnición, si hemos optado por carnes como el cordero, podría ser una rica ensalada que aligere el plato. La naranja y la cebolla darán un toque fresco, diferente y digestivo. La elaboración de este acompañamiento es muy sencilla, ya que sólo requiere trocear los gajos en taquitos y la cebolla en juliana, añadir un poco de sal, aceite de oliva y vinagre de vino blanco.   En cuanto a los postres, podemos preparar un sencillo sorbete de limón al cava, que además de ser muy digestivo y refrescante, su preparación es muy sencilla. Necesitaremos helado de limón, una botella de cava y un poco de azúcar.   Y, por último, lo más importante de estas fechas: disfrutar de la comida con buena compañía.