Crujiente masa tan fina como un tul, y un relleno en fragantes capas de setas, calabaza, revuelto vegano y almendras
- COMENSALES 2
- SE PREPARA EN 90 minutos
- DIFICULTAD Medio
- PRECIO Bajo
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para dos moldes de 13 cm de diámetro (para 2 personas como plato principal, o para 4 personas, dividiendo cada pastela en dos, si es entrante)
para la capa de almendras
50 g almendra cruda sin piel
para la capa de setas
550 g de setas (en este caso, angula de monte o camagroc, cantharellus lutescens), eliminadas las puntas finales de los tallos, limpias de restos de tierra y hojarasca que puedan tener
nuez moscada recién rallada
para la capa de calabaza
400 g de calabaza (neto, sin piel ni pepitas) en dados
salvia picada fina
cúrcuma en polvo (o fresca, sin piel, en micro-daditos)
jengibre en polvo
10 g zumo de limón
para la capa del revuelto de tofu
3 u / 450 g cebolla blanca en juliana
100 g agua + 10 g caldo de verduras en polvo (o 100 g caldo de verduras)
10-12 hebras de azafrán
hojitas de tomillo fresco o seco
8 g miel
120 g tofu
para la masa
6 hojas de masa filo
aceite de oliva
azúcar glas
canela
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para la capa de almendras
Tostamos las almendras crudas sin piel en sartén seca (sin grasa) o en el horno
Dejamos que enfríen y las picamos toscamente (no deben quedarnos como polvo, deben tener textura troceada)
para la capa de setas
En una sartén con un poco de aceite de oliva salteamos las setas a fuego medio-alto, y las vamos salteando y moviendo hasta que eliminen toda su agua y empiecen a dorarse. Apartamos del fuego, sazonamos y añadimos nuez moscada recién rallada y reservamos
para la capa de calabaza
Doramos en aceite de oliva los dados de calabaza junto con la salvia en la sartén a fuego medio-alto, al igual que con las setas, no queremos que todo se convierta en agua, pero sí queremos que la que vaya saliendo se vaya evaporando lo antes posible y, al mismo tiempo, que vaya creándose una capa ligeramente dorada en el exterior de los dados
Cuando estén tiernos pero todavía con forma, añadimos el zumo de limón, damos unas vueltas y lo apartamos del fuego. En ese momento, añadimos sal, cúrcuma y jengibre. Damos unas vueltas y reservamos
para la capa de revuelto de tofu
En una pequeña sartén en seco (sin grasa) tostamos muy ligeramente las hebras de azafrán envueltas en papel de cocina, sólo queremos que se sequen un poco, no deben dorarse
Picamos el tofu ya escurrido en la picadora o a mano
En otra sartén con aceite de oliva rehogamos a fuego suave la juliana de cebolla hasta que empiece a confitarse. Añadimos las hojitas de tomillo y el polvo de caldo y damos unas vueltas
Cubrimos todo con el agua o caldo casero y dejamos a fuego suave hasta que se haya evaporado todo el líquido. Añadimos la miel y damos unas vueltas
En este momento, añadimos el tofu y damos unas vueltas a fuego suave para que los sabores se vayan integrando. Frotamos el azafrán entre los dedos para añadirlo al revuelto, damos unas vueltas y reservamos
para la masa
Precalentamos el horno a 180º C
Engrasamos con aceite de oliva la cazuelita de 13 cm de diámetro, de fondo plano que nos servirá de molde
Extendemos 1 hojas de masa filo y la cortamos en tres partes iguales, a lo ancho
Pintamos cada rectángulo de filo con aceite de oliva
Repartimos 3 rectángulos de filo cubriendo el fondo de la cazuelita (los extremos rebosarán fuera de la cazuelita), disponiéndolos en forma de estrella, de modo que los extremos o puntas de los rectángulos no coincidan
Cubrimos el fondo con una capa con la mitad del salteado de setas. Sobre ella, ponemos una capa con la mitad de la calabaza; sobre la de calabaza, una capa con la mitad del revuelto de tofu y, sobre ésta, una capa con la mitad de las almendras molidas
Cerramos la pastela doblando las puntas de los rectángulos de filo hacia dentro, como si envolviésemos un paquete
Extendemos otra hoja entera de filo y la pintamos con aceite
Volcamos la pastela que teníamos en la cazuelita sobre la nueva hoja de filo. Volvemos a cerrar las puntas de masa hacia dentro, creando una segunda capa de masa
Extendemos una tercera hoja de filo y la pintamos con aceite, y repetimos el paso anterior, nos quedará como una empanada en forma de tortilla de patata
La pintamos por fuera con aceite de oliva y la ponemos en una placa de horno forrada con papel de horno (la capa de setas tiene que quedarnos hacia arriba)
Repetimos toda la operación para montar la segunda pastela
Cuando tengamos las dos pastelas en la placa, las horneamos a 180º C durante 20-30 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente
Las sacamos del horno y dejamos enfriar
Si no las vamos a servir en ese momento, las pondremos en la nevera, destapadas, hasta que vayamos a servirlas
Si las hemos enfriado en nevera, las calentaremos a 180º C hasta que estén de nuevo crujientes
Cuando ya no estén calientes, espolvoreamos por encima una capa de azúcar glass, y un poco de canela
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