El Centro de Recursos Ambientales Salinas de Chiclana, ubicado en la histórica Salina Santa María de Jesús, se ha consolidado como un referente imprescindible en la puesta en valor del patrimonio natural y cultural de la Bahía de Cádiz. Este espacio, de titularidad municipal, está gestionado con esmero y visión por Paco Flor, reconocido experto en salinas, caños y esteros, cuya dedicación ha sido clave en la revitalización de este enclave único.
Bajo su dirección, la salina se ha transformado en un espacio dinámico y multifuncional que combina naturaleza, educación, ocio y cultura. Entre sus múltiples atractivos destacan el centro de interpretación de salinas y esteros, un exclusivo spa salino natural, actividades didácticas para escolares, despesques de estero, rutas guiadas, catas, una tienda especializada en sal artesanal y un restaurante de alta calidad que realza los sabores autóctonos.
A esta ya extensa y diversa oferta se suma ahora un nuevo proyecto con gran proyección: la recuperación y transformación de la antigua casa salinera del complejo en un centro enogastronómico. Este espacio estará dedicado a la celebración de catas de vinos, degustaciones gastronómicas, show cookings, charlas y tertulias vinculadas al arte culinario, y contará con una programación regular para atraer a visitantes interesados en la cultura del vino y la gastronomía local.
Una de las experiencias más destacadas de este nuevo centro será la visita premium, que culminará en la antigua sacristía del inmueble. Allí, se han dispuesto varias botas con distintos caldos de la prestigiosa Bodega Manuel Aragón de Chiclana. Este ambiente, impregnado del aroma salino característico de la salina, aportará un valor sensorial y emocional único a la experiencia enológica.
La idea original de este nuevo espacio parte del propio Paco Flor, quien propuso el proyecto al afamado bodeguero Sebastián Aragón —más conocido como Chano Aragón—, propietario de la mencionada bodega. La propuesta fue acogida con entusiasmo, y ambos han unido esfuerzos para materializar una iniciativa que une tradición, innovación y excelencia.
Este nuevo proyecto no solo refuerza la dimensión turística y cultural del Centro de Recursos Ambientales, sino que también recupera el alma de las salinas, evocando la antigua costumbre del salinero de disfrutar una copa de vino tras su jornada de trabajo. Se trata, en definitiva, de una forma de rendir homenaje al pasado y proyectarlo hacia el futuro con propuestas sostenibles y de gran atractivo.
La labor incansable de Paco Flor, emprendedor incansable y apasionado defensor del patrimonio natural y cultural de la Bahía de Cádiz, está siendo clave para devolver a las salinas el protagonismo que merecen. Gracias a su gestión, este espacio ha experimentado un notable impulso, convirtiéndose en un motor de desarrollo local y en un escaparate del valioso ecosistema salinero de Chiclana.