Una crema refrescante, ligera, con un toque PicanteNatural hecha con un manojo de rabanitos, unas lentejas, un poco de pan rallado y unas avellanas que crujen y contrastan. Es barata y se hace en un momento. ¿Quieres más? Pues ahí va un plus: las lentejas están educadísimas, son sin piel (stop gases). Y aquí viene otro extra-plus: cocina de aprovechamiento a tope porque nos comeremos hasta las pieles y las hojas de rabanito
- COMENSALES 2
- SE PREPARA EN 40 minutos
- DIFICULTAD Super fácil
- PRECIO Bajo
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para la crema
175 g de rabanitos, pesados con piel pero sin hojas (las hojas las reservaremos aparte)
50 g de lentejas naranjas sin piel, remojadas una noche
175 g de agua
10 g zumo de limón
Las pieles de los rabanitos
Leche de almendras (o cualquier otro tipo de leche)
para la guarnición
las hojas del manojo de rabanitos (o de espinacas), limpias y sin tallos
para el crujiente
3 cs avellanas finamente molidas
1 cs pan rallado sin gluten (o normal)
1 cs fécula de maíz (maicena)
2 cs aceite de oliva
otros
sal
remolacha en polvo para dar color (opcional) (ver notas y sustituciones)
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para la crema
Escurrimos las lentejas y las pasamos bajo el grifo de agua fría. Reservamos
Pelamos los rabanitos y reservamos las pieles aparte
Troceamos los rabanitos y los ponemos en una cazuela junto con las lentejas. Añadimos agua justo que cubra, tapamos la cazuela y dejamos cocer durante unos 15-20 minutos, o hasta que las lentejas estén tiernas. Sacamos del fuego y dejamos enfriar un poco
Pasamos al vaso de la túrmix los rabanitos y las lentejas, junto con 4 cucharadas del agua de cocción. Licuamos y añadimos las pieles del rabanito. Licuamos un poco más y obtendremos un puré espeso y tosco, con textura grumosa. Si queremos un color rosa más fuerte, añadiremos la remolacha en polvo (o cualquiera de los sustitutos, ver Notas). Para conseguir una textura suave y lisa añadiremos, cucharada a cucharada, un poco de leche hasta obtener la densidad y textura que más nos guste
Rectificamos de sal y reservamos
para el crujiente
Mezclamos todos los ingredientes y los ponemos en una sartén sin aceite, a fuego muy muy suave, removiendo todo el rato hasta que todo esté dorado y fragante. Sacamos del fuego y reservamos
para la guarnición
En la misma sartén con un poco de aceite, y a fuego muy vivo, salteamos ligeramente las hojas de rabanito o de espinacas. Sacamos del fuego y reservamos
para servir
En el centro del plato ponemos un manojito de hojas de rabanito salteadas
Espolvoreamos por encima el crujiente de avellanas
Terminamos sirviendo alrededor la crema de rabanitos
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