Lo comprobé recientemente en una escapada que no fue solo de placer, sino también de trabajo. Me desplacé hasta el Hotel Restaurante El Carmen con la intención de avanzar en algunos proyectos y finalizar unos textos que tenía pendientes. Buscaba un entorno que me ofreciera paz, concentración e inspiración, y no pude elegir mejor: aquí encontré ese remanso de tranquilidad donde las ideas fluyen con naturalidad y las musas te acompañan.
Pero, además del sosiego y el encanto del lugar, fue la gastronomía lo que terminó por cautivarme. En El Carmen no solo se come bien, se come con alma, y bien servido por Daniela, la chica que tan bien me atendió en la sala. Comí unas coquinas de Huelva absolutamente memorables: frescas, sabrosas, perfectamente cocinadas. Las acompañé con unos langostinos de Sanlúcar cocidos al punto, con ese sabor inconfundible a mar bien tratado. Y como plato principal, unas chuletillas de cordero lechal que aún recuerdo: jugosas, tiernas, y con el sabor profundo de la carne bien hecha.
Este establecimiento, regentado con cariño y profesionalidad por Carmen Tamayo y su esposo Javi García, es mucho más que un hotel con restaurante. Es un rincón con encanto en el corazón de la sierra, con una piscina impecable, rodeada de vegetación autóctona y con vistas a la dehesa. Ideal para una escapada en pareja, en familia o, ¿porque no?, solo, como este que suscribe, practicando y disfrutando de eso que está ahora tan de moda como es el singles, con habitaciones cómodas y cuidadas mimosamente por Mercedes, y la posibilidad de comer tanto en su coqueto comedor principal como en el restaurante junto a la piscina, donde el ambiente es más distendido pero la calidad se mantiene intacta.
Además, no podemos hablar de la Sierra de Cádiz sin mencionar uno de los eventos que mejor reflejan su riqueza culinaria: el concurso Chef Sierra de Cádiz, que se celebra cada año en el complejo El Rosalejo, en Villamartín. Un certamen único que rinde homenaje a la cocina de esta comarca sureña, con especial protagonismo de la carne de caza, como así quedó reflejado en la última edición del referido evento. Su director, el querido y talentoso Antonio Orozco, fue —y lo digo con orgullo— uno de mis alumnos más aventajados y mi discípulo. Verlo al frente de un proyecto tan auténtico como este es motivo de enorme satisfacción.
Así que, si estás pensando en una escapada que combine gastronomía, naturaleza, descanso e inspiración, el Hotel Restaurante El Carmen, en Prado del Rey, es una apuesta segura. Porque en la Sierra de Cádiz no solo se come: se saborea, se vive… y se sueña.