En pleno corazón de la Sierra Sur de Jaén, entre olivos milenarios y sabores que evocan la tradición, la Cofradía Gastronómica El Dornillo ha conmemorado por todo lo alto la 20ª edición de sus Premios a la Excelencia Gastronómica. Y no se trató de una edición más: el evento se convirtió en un sentido homenaje a la cocina tradicional jiennense, esa que durante años ha estado en segundo plano, pero que hoy comienza a brillar con luz propia gracias al incansable trabajo de esta singular cofradía.
Dos décadas de entrega a la cocina con alma
Fundada hace más de veinte años, El Dornillo es mucho más que una cofradía: es un auténtico baluarte en defensa del patrimonio culinario local, los productos autóctonos y, sobre todo, de las personas que los hacen posibles. En una provincia donde el asociacionismo gastronómico era prácticamente inexistente, esta cofradía marcó un antes y un después.
Lejos de limitarse a los actos protocolarios habituales, El Dornillo nació con una clara vocación: conservar, promover y divulgar la rica herencia gastronómica de la Sierra Sur de Jaén, y por extensión, de toda la provincia. Un propósito que se ha traducido en decenas de jornadas, publicaciones, encuentros, investigaciones y actividades que dan vida y sentido a su labor.
Al frente de esta extraordinaria iniciativa se encuentra Juan Infante, presidente de El Dornillo, y también secretario general de la Federación de Cofradías y Asociaciones Gastronómicas de Andalucía (FECOAN) y de la Academia del Gazpacho Andaluz (AGA), ambas instituciones nacidas precisamente por impulso de la cofradía que preside Infante.
Durante su intervención de bienvenida, Infante dedicó unas palabras cargadas de emoción y gratitud a dos personas muy queridas recientemente fallecidas, cuyas ausencias se hicieron sentir de forma especial en esta edición.
Recuerdos que perduran
El primer homenaje fue para Manuel Piedrahita, primer presidente de FECOAN y presidente de Honor hasta su fallecimiento. Su papel como impulsor del asociacionismo gastronómico andaluz fue reconocido con un cálido y largo aplauso.
El segundo, igualmente entrañable, fue para Rafael Vargas, miembro de la Cofradía Gastronómica Isleña “Los Esteros”, hermanada con El Dornillo. Muy querido en Valdepeñas de Jaén, Rafael era conocido por su simpatía, sus “cantecitos”, sus chistes y su chispa natural. Su recuerdo, aunque ausente físicamente, llenó el ambiente.
Una edición cargada de emoción, sabor y apoyo institucional
La gala, moderada magistralmente por Carmina Martínez, se celebró en la Caseta Municipal de Valdepeñas de Jaén y contó con una amplia representación institucional: las alcaldesas de Valdepeñas de Jaén, Laura Nieto; Los Villares, Estela Palacios; y Frailes, Encarnación Bienvenida, junto con los alcaldes de Martos, Emilio Torres y Castillo de Locubín, Cristóbal Rodríguez. Así como la diputada Provincial, de la Diputación de Jaén, de Fondos Europeos Lourdes Martínez. Y Ramón Calatayud, en representación de la Asociación Empresarial de Hostelería de la Provincia de Jaén (HOSTURJAÉN)
Además del respaldo presencial (a través de la diputada), la Diputación Provincial de Jaén, suscribió un convenio de colaboración con El Dornillo por valor de 12.000 euros. Una ayuda que va más allá de lo económico: es un reconocimiento claro a la seriedad, constancia y compromiso de un proyecto que no ha dejado de crecer y que contribuye a un mejor y mayor estado socioeconómico de la provincia, a a través de los fogones.
El Dornillo ha demostrado ser mucho más que una entidad entregando premios: es una organización que rescata recetas olvidadas, impulsa a productores locales, y revindica la gastronomía como parte fundamental de la identidad cultural de Jaén. Ha encendido una llama que hoy arde con fuerza en toda la provincia.
Premios con alma: reconocimiento a quienes mantienen viva la tradición
Uno de los momentos más emocionantes de la jornada fue la entrega del Premio Extraordinario a la Excelencia Gastronómica al cocinero Miguel Montes, alma mater desde sus inicios de la Jornada Vinícola y Gastronómica de Frailes y figura clave en la promoción de la cocina de la comarca.
Otros galardones destacados fueron:
Carlos Aceituno, cineasta, nombrado Cofrade de Honor Concurso de Hortalizas de Santa Ana (Alcalá la Real), con el Premio a la Iniciativa Gastronómica. Juan Extremera Romero, ganadero, reconocido con el Premio Luis Aceituno de Agricultura y Ganadería. Asociación de Vecinos Cruz del Lloro de Martos, con el Premio Manolo el Sereno a la Gastronomía Tradicional.En el ámbito hostelero:
Ángela López (Restaurante Moreno, Castillo de Locubín), Premio a la Mejor Camarera. María José García Gómez (Mesón Asador La Pandera, Los Villares), Premio Carmen Pozo a la Mejor Camarera. LEVASA, como Mejor Empresa Agroalimentaria. Restaurante Bomborombillos, como Mejor Restaurante.Y Montserrat Godoy Macías, presidenta de Mujer Alma de Olivos, distinguida con el Premio Nacional Michael Jacobs como Embajadora del AOVE Picual.
Un festín para los sentidos
La experiencia gastronómica estuvo a la altura de las expectativas. El menú se abrió con un refrescante ponche de melocotón elaborado por Carmina Martínez, acompañado de patatillas, aceitunas, jamón cortado a cuchillo y quesos de LEVASA.
Siguieron croquetas caseras, bombones de foie, ensaladilla rusa y tostas de sardina ahumada con pesto, este último bocado firmado por Esperanza Amate, auténticas joyas culinarias.
Como platos principales, se sirvieron langostinos crujientes, sorbete de mandarina y carrillera con patata, ademas de una exquisita pipirrana elaborada por Agustín Abril y Lola Cabrera, culminando con dos postres tradicionales: brazo gitano y la emblemática leche vieja, dulce típico de Valdepeñas que El Dornillo rescata con orgullo en cada evento.
Todo ello servido con profesionalidad y calidez, y amenizado por el musico castillero Curro, que puso el broche de oro al evento con su simpatía y música en directo.
El alma de una cofradía: más que premios, una gran familia
Como ya es habitual en los actos de El Dornillo, el ambiente fue cálido, festivo y profundamente humano. Más allá de los reconocimientos y autoridades, lo que se vivió fue una celebración del orgullo por lo propio, de la hospitalidad serrana y del valor de la tradición bien entendida.
La Cofradía Gastronómica El Dornillo ha trascendido su origen para convertirse en un modelo de referencia en toda Andalucía, impulsando una auténtica revolución gastronómica silenciosa, donde la humildad, la excelencia y la vocación de servicio van de la mano.
Todo ello es posible gracias a la visión y liderazgo de Juan Infante y su equipo, que han hecho de El Dornillo una cofradía viva, comprometida y profundamente arraigada en su tierra.
En definitiva…
La 20ª edición de los Premios El Dornillo no fue solo una gala: fue una declaración de amor a la cocina tradicional, un ejemplo de cómo la pasión puede transformar el territorio, y una invitación a seguir defendiendo lo auténtico, lo nuestro, lo que tiene alma.
¡Larga vida a El Dornillo!
Porque gracias a ellos, Jaén se sienta a la mesa con orgullo.