las nuevas generaciones siguen con fuerza la tradición de grandes casas, nuevos restaurantes y locales más informales, hacen de Cambrils una potencia gastronòmica solo comparable a cuidades como Barcelona, Madrid, San sebastian y alguna capital mas de provincia en gastronomia, no es que solo sea Cambrils el crecimiento es a nivel nacional, Andalucía a despertado y pisa fuerte, Tarragona província esta creciendo mucho y bien, pero hoy hablamos de Cambrils.
Por que Cambrils no deja de ser potencia a nivel de provincia, cuando es conocido en ciudades como Zaragoza o en el norte en Bilbao, Donosti o en Madrid, por que para crecer se necesita tener padrinos, se necesita que dirigentes e instituciones crean en el nivel que hay, se dice que nadie es profeta en su tierra y que no es lo que eres si no el como te vendes, aquí hace falta que nuestra cocina llegue a oídos del resto del mundo y creo que el problema es la comunicación, se tiene que hacer llegar a todos y cada rincón de la península lo que hacemos y como lo hacemos, unos restaurantes que cojen un producto humilde como la galera que se “tiraba”, solo utilizada para caldo y valorada por pescadores en un producto de lujo a precio de cigala en temporada, no lo hace cualquiera, empleo y tesón en valorar nuestro producto de cercanía, pioneros en jornadas gastronómicas y en el mundo de la guía roja, con casa Gatell si no la primera, de las primeras estrellas en España, can Bosch con más de 30 años o nuestro Rincón De Diego que este año cumple ya 15. Cambrils cuna de la gastronomía de los marineros, le hace falta un padrino, un ayuntamiento con un buen gabinete de prensa, y no es que me queje de él, que ayuda y mucho en las jornadas, pero necesitamos más, más comunicación de prensa, necesitamos que críticos gastronómicos lleguen hasta la Vila marinera que no solo se muevan en grandes ciudades y capitales de provincia, necesitamos que televisiones nacionales lleguen que vean lo que estamos haciendo, necesitamos una voz alta y potente que explique quiénes somos, de donde venimos y a donde vamos, por que a Cambrils cuando no es verano, se viene a comer, y no digo de nuevo que no se trabaje en turismo deportivo, o que no se trabaje en cultura, pero la realidad es que el 90% de los visitantes vienen a comer, si tenemos este diamante ya no digo en Bruto, si no que tenemos un diamante pulido que ya es hora de convertirlo en una joya. Ahora es el momento de dar el paso, cuando todos aprietan y todos apuestan por una gastronomía de calidad, llega el momento de dar el golpe sobre la mesa una vez más y decir Cambrils está aquí y ser la capital gastronómica de la costa dorada se le queda pequeño
Xavier Marti de casa Macarrilla 1966