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Koldo Salinas ha dado una alegría a la comunidad infantil de su tierra con su nueva creación basada en su interpretación de los huevos kinder, que también llevan sorpresa y mucho colorido
“Hemos de renovar nuestras ilusiones en estos tiempos, y con estos huevos hemos pretendido llamar la atención de los más jóvenes, despertarles la fantasía y el atractivo por las cosas que, aún conociéndolas, siempre tienen una nueva forma de presentarse ante nosotros”, comenta Salinas.
Su elaboración puede responder a lo que son unos tradicionales huevos de Pascua, a los que Salinas les aplica su imaginación y fantasía. “Para los de chocolate negro y con leche, lo que hacemos es templar el chocolate y moldearlo con forma de huevo. Después, unidos dos mitades, cortamos la pequeña abertura y, con un poco de chocolate cemento, es decir en frío, pegamos el huevo a una base redonda que previamente hemos elaborado. De la misma manera adherimos los muñecos. Es sencillo, pero a los niños se les dispara la curiosidad y la ilusión”, indica Koldo
Sin duda, los más llamativos son los de colores, que el irundarra elabora mezclando manteca de cacao con colorante alimenticio, “al que añadimos después chocolate blanco, siguiendo el mismo proceso que para los otros huevos, no sé si hay algo que pueda representar mejor que el chocolate la ilusión y la fantasía, los deseos de los niños. Hemos tratado de tocar esa fibra y ofrecerles con nuestro trabajo un pequeño regalo creativo. No sólo los mayores nos sentimos atraídos por las novedades gastronómicas, a los más pequeños les gusta tanto o más que a nosotros dejarse sorprender”
Koldo Salinas ha comenzado esta misma tarde con la clases sobre chocolate y bombonería que impulsa el Ayuntamiento der Irún, y ha reunido a seis alumnos con los que se ha sumergido en los secretos de uno de los productos con más admiradores
“Nuestra intención es contar con grupos pequeños. Ya ves que tenemos seis personas en clase en este grupo, y ya hemos completado otros dos. Queremos que las personas que vengan trabajen realmente el producto, hagan sus trufas, moldeen el chocolate… vamos, que se van con las manos en la masa . Después de una larga experiencia yendo yo mismo a recibir cursos, y en otros que me ha tocado impartir, creo que lo bonito, y además lo que quieren los aficionados a la cocina y a la repostería, es tocar, elaborar y comprobar el resultado. Este es nuestro propósito, que aprendan tocando. Y además, pasarlo bien. Que eso está garantizado”, afirma Salinas.
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