Desde su origen más remoto y elemental, en el que un animal ovíparo producía un ingrediente revestido de una cáscara con alto contenido en calcio, lo cierto es que este producto ha acompañado al hombre desde su época de subsistencia, cuando todo era necesario y nada suficiente para llevarse bocado.
Saludables para el corazón
Atrás quedaron los experimentos de otrora. Los huevos no tienen por qué perjudicar al corazón, incluso para aquéllos que padecen una enfermedad coronaria. Así lo demuestra un estudio realizado en la Universidad de Yale, donde, tras someter a análisis a unos pacientes para que ingirieran un huevo entero, se concluyó que dichas personas no padecieron trastornos en el colesterol total, la presión arterial, la masa corporal o la función endotelial.
Módico precio
Junto a otros alimentos primarios, tales como las sardinas o las patatas, el huevo ha constituido uno de los productos más accesibles a la faltriquera y más adquiridos en nuestra sociedad, ya sea en España o en un continente de más allá.
Además, conforma uno de los integrantes más socorridos en todo nuestro repertorio de elaboración de platos. No existe receta tradicional o postre de alta cocina donde el huevo no se halle entre los componentes indispensables.
Desde la básica tortilla de patatas, hasta esos bizcochos melifluos que alegran el paladar a más de un goloso, lo cierto es que el huevo, aun a pesar de los cientos de inconvenientes para nuestra salud que pretendamos descubrir y reprocharle, es el ingrediente con más matices y formas de nuestra dieta mediterránea.