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Cómo hacer kombucha de frutos rojos: una receta natural y llena de sabor

En los últimos años, la kombucha ha pasado de ser una bebida alternativa a convertirse en un imprescindible en los hogares y cafeterías más conscientes. Su sabor ligeramente ácido y su carácter burbujeante la han convertido en una opción refrescante, saludable y cada vez más popular. 

Y, entre todas sus variedades, la kombucha de frutos rojos es una de las más apreciadas por su aroma afrutado, su color vibrante y su equilibrio perfecto entre dulzor y acidez.

Aprender a prepararla en casa es una experiencia sencilla, divertida y con un toque artesanal. Solo requiere paciencia, ingredientes básicos y algunos cuidados para que el proceso de fermentación sea seguro y exitoso.

 

Qué es la kombucha y por qué está tan de moda

 

La kombucha es una bebida fermentada elaborada a partir de té (negro o verde), azúcar y una colonia simbiótica de bacterias y levaduras conocida como scoby (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast). 

Durante el proceso de fermentación, el scoby se alimenta del azúcar y transforma el té en una bebida ligeramente ácida y efervescente, rica en ácidos orgánicos, vitaminas del grupo B y probióticos naturales.

Su fama se debe tanto a su sabor versátil como a su carácter funcional. La kombucha es una aliada de la digestión, contribuye al equilibrio de la microbiota intestinal y ofrece una alternativa más natural a los refrescos industriales.

 

Ingredientes para hacer kombucha de frutos rojos

 

Para preparar aproximadamente dos litros de kombucha casera necesitarás:

2 litros de agua filtrada o mineral

4 bolsitas de té negro o verde

150 g de azúcar blanco

1 scoby (se puede obtener de otra kombucha)

200 ml de kombucha sin pasteurizar (como iniciador)

200 g de frutos rojos (fresas, frambuesas, moras o arándanos)

Botellas de vidrio herméticas para el embotellado

 

Paso a paso para preparar kombucha de frutos rojos

 

1. Preparar el té base

Hierve los dos litros de agua y añade las bolsitas de té. Deja reposar entre 8 y 10 minutos para obtener una infusión concentrada. A continuación, retira las bolsitas y añade el azúcar, removiendo hasta que se disuelva por completo.

Deja enfriar el té hasta que esté a temperatura ambiente. Este paso es fundamental: si el líquido está caliente, puede dañar el scoby y afectar la fermentación.

 

2. Primera fermentación

Vierte el té azucarado en un recipiente de vidrio grande (como una garrafa o tarro de fermentación). Añade los 200 ml de kombucha de inicio y coloca el scoby con cuidado. Cubre el recipiente con una tela limpia sujeta con una goma elástica.

Deja fermentar entre 7 y 10 días en un lugar cálido (entre 22 y 26 ºC) y sin exposición directa al sol. Durante este tiempo, el scoby trabajará sobre el azúcar, generando gas natural y ácidos beneficiosos.

Puedes probar la kombucha a partir del día 7: si está demasiado dulce, deja que fermente un par de días más; si ya tiene el nivel de acidez que te gusta, pasa al siguiente paso.

 

3. Segunda fermentación con frutos rojos

Una vez finalizada la primera fermentación, retira el scoby y resérvalo junto con un poco de líquido para tu próximo lote. Cuela la kombucha y viértela en botellas de vidrio con cierre hermético, añadiendo unos 50-70 gramos de frutos rojos troceados por botella.

Este paso es el que le da sabor, color y un toque de gas natural a la bebida. Los azúcares de los frutos activarán una segunda fermentación, potenciando las burbujas y el aroma afrutado.

 

4. Dejar fermentar y refrigerar

Cierra bien las botellas y déjalas reposar a temperatura ambiente entre 2 y 4 días. Durante este tiempo, el gas se acumulará de forma natural.

Pasado ese tiempo, guarda las botellas en la nevera para detener la fermentación. La kombucha de frutos rojos estará lista para disfrutar: refrescante, aromática y con un toque chispeante.

 

Consejos para una fermentación perfecta

 

Usa utensilios de vidrio o acero inoxidable, nunca de plástico o aluminio.

No llenes las botellas hasta arriba: deja al menos dos centímetros libres para evitar desbordamientos por la presión del gas.

Abre las botellas con cuidado durante la segunda fermentación; el gas acumulado puede ser intenso.

Filtra la bebida antes de servir si prefieres una textura más limpia, sin restos de fruta.

Guarda el scoby en un poco de kombucha sin sabor para tenerlo listo para el próximo lote.

 

Variaciones y combinaciones

 

Una de las grandes virtudes de la kombucha es su versatilidad. Puedes personalizar la receta a tu gusto:

Añade un poco de jengibre fresco o menta en la segunda fermentación para darle un toque más fresco.

Sustituye parte de los frutos rojos por granada o cereza para un color más intenso.

Mezcla té verde y té negro en proporciones iguales: el primero aporta suavidad, el segundo cuerpo.

Cada combinación creará un sabor único y un perfil aromático diferente.

 

Por qué elegir frutos rojos

 

Los frutos rojos aportan no solo sabor, sino también antioxidantes naturales, vitaminas y un color que hace la bebida visualmente irresistible. Además, equilibran la acidez natural de la kombucha con una dulzura suave y afrutada.

El resultado es una bebida refrescante, saludable y con carácter, perfecta para tomar en cualquier momento del día o como alternativa natural a los refrescos.

 

Una alternativa lista para disfrutar

 

Hacer kombucha casera es una experiencia gratificante, pero también requiere paciencia y cuidado con el proceso de fermentación. Para quienes prefieren disfrutarla sin esperar o simplemente buscan una opción garantizada y artesanal, existe una alternativa perfecta: Komvida.

Komvida es una marca española pionera en la elaboración de kombucha ecológica, producida de forma tradicional en su fábrica de Fregenal de la Sierra (Badajoz). Su versión de kombucha de frutos rojos es una de las más populares por su sabor equilibrado, su burbujeo natural y su carácter fresco y afrutado.

Elaborada con ingredientes 100 % naturales y fermentada de manera artesanal, la kombucha de Komvida ofrece los mismos beneficios que la receta casera, pero con la garantía de un proceso controlado y sostenible. Está disponible en su tienda online y en numerosos puntos de venta físicos en toda España.

 

Conclusión: tradición, sabor y bienestar

 

Preparar kombucha de frutos rojos en casa es una forma de reconectar con los procesos naturales y disfrutar de una bebida viva, saludable y con carácter. Su elaboración artesanal permite experimentar con sabores y texturas, al mismo tiempo que promueve un estilo de vida más consciente.

Pero si el tiempo o la práctica no acompañan, la opción de comprar kombucha de frutos rojos directamente en Komvida es una alternativa deliciosa y de confianza. Una bebida que une tradición, sabor y bienestar en cada sorbo —ya sea elaborada en tu cocina o directamente desde la fábrica artesanal que ha puesto a la kombucha española en el mapa mundial.


AUTOR DESTACADO

Pedro

La cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente

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