Cocina Argentina: Tradición y creencias
Argentina se caracteriza, como otros países del mundo, por tener una gastronomía propia y variada, ya que cada una de sus regiones ofrece platos típicos que conjugan cultura, tradición, creencias y valores en un fin único: el de brindar su historia a través de una diversidad de aromas, colores y sabores incomparables.
Con la colonización, los inmigrantes procedentes del sur de Europa constituyeron sin lugar a dudas el mayor contingente de personas ingresado al país entre mediados del siglo XIX y la primera parte del siglo XX; en este contexto su aporte representó casi el ochenta por ciento del total de los inmigrantes arribados.
En definitiva, llegados de otras tierras y productos autóctonos llevaron a que hombres y mujeres del país pudieran dar aroma y sabor a nuestra propia identidad.
Tradicionalmente la cocina Argentina, identificada con el asado, plato nacional por excelencia, que si bien tiene sus variantes regionales por el tipo de carne y el método de cocción utilizado constituye un verdadero ritual gastronómico, ya que torno a él se desarrollaron diversas costumbres gauchescas. Pero no menos importante es su gastronomía regional dada en las diferentes zonas del país:
La región del noroeste ha conservado, más que ninguna otra, las antiguas tradiciones, tanto las incaicas como las hispano-criollas. Zona del algarrobo, el maíz, la papa, el ají y la llama, de las comidas simples como ser el locro, las empanadas con una infinidad de variantes en las demás regiones, la humita y el tamal.
La zona del nordeste tiene una influencia guaraní. Estos aborígenes basaron sus comidas en la mandioca, el zapallo, el mamón, el queso criollo, y en la exuberancia de los peces de sus ríos, dorado, surubí, patí. Los aborígenes de esta región conocían las propiedades medicinales de todas las plantas de la selva sobre todo la yerba mate; con la que se elabora ?el mate?, infusión realizada dentro de un recipiente (mate), tomada con bombilla.
La región central, zona de perdices, ñandúes y vizcachas y después de la conquista, la zona de suculentos asados. Sus platos típicos son la chanfaina, carbonada, caldo de pata, y otros.
La región de la meseta patagónica de influencia araucana, es la zona del guanaco y el cordero después de la conquista española, también del caballo y la oveja, es la zona de la larga costa atlántica con sus frutos de mar (mariscos, merluza negra, trucha).
Postres regionales argentinos
Capítulo aparte en nuestra gastronomía merecen los postres argentinos que tan bien aceptados están en el hábito popular de nuestra gente y del extranjero que busca un sabor especial...
Existe un punto de unión entre las particularidades regionales y este es el consumo de un producto distintivo: el ?dulce de leche?, que reina en todo el país.
Dulce de leche: ?Sin pecar de irrespetuosa, a veces se me ocurre pensar que el dulce de leche debería formar parte de nuestros símbolos nacionales. Porque sean ciertas o no las leyendas más increíbles acerca de su origen, así como lo fabricamos no existe otro dulce en el mundo...?
Doña Petrona de Gandulfo.
Cuenta una leyenda a cerca de su nacimiento... En el año 1829, Juan Manuel de Rosas estaba en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, cuando fue visitado por el General Juan Lavalle, que no era precisamente su amigo. Rosas había salido del campamento y Lavalle, muy cansado, se recuesta en el catre de rosas y se queda dormido. A la negrita que estaba preparando la lechada (leche y azúcar para el mate), no le gustó nada que el adversario de su patrón se acostara en su cama. Salió corriendo para dar aviso y se olvidó de su lechada que siguió hirviendo lentamente al rescoldo. Cuando volvió Rosas, dejó que Lavalle siguiera durmiendo y la negrita volvió a la cocina. Su lechada se había puesto marrón pero era riquísima. Había nacido el dulce de leche.
Así como los platos típicos, los postres, tienen su región de referencia...
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