Una taberna madrileña cumple 100 años
Un mes de noviembre de hace cien años, el Anciano Rey de los Vinos abrió sus puertas como taberna madrileña típica. Durante su siglo de vida, la taberna ha sido testigo de grandes acontecimientos de la ciudad y del país dada su situación privilegiada frente a la Catedral de la Almudena y el Palacio Real.
Para celebrar los 100 años, los propietarios de la taberna, Belén Cortés Borges y Alejandro Casado Manrique, han creado la tapa ?Centenaria?: un delicioso guiso de rabo de toro envuelto en pasta brik, o lo que es lo mismo, ?Regalitos de torito? como les ha gustado llamarla. Desde este viernes 13 de noviembre, y hasta final de año, se podrá degustar un regalito de torito acompañado de copa de vino D.O. Somontano o una caña al atractivo precio de 2,40 euros. ¡Aunque cien años no es nada, de alguna manera hay que celebrarlo!
La taberna madrileña es un tipo de establecimiento genuino de la villa de Madrid que no tiene semejanza con ningún otro establecimiento de otro lugar de España o del extranjero. La taberna madrileña original se distingue por su fachada roja representando así el color del vino indicando así que se sirve alcohol, tal como se erige, orgullosa, la fachada del Anciano Rey. Además de su color característico, las antiguas tabernas de la ciudad disponían de una barra de madera, donde se podía comer de forma desenfadada platos tradicionales. Antiguamente, la clientela habitual de las tabernas eran jóvenes estudiantes y literatos. Ya en el siglo XIX, la taberna madrileña cerraba tarde, anticipándose así a la rica vida nocturna actual de la capital.
En el Anciano Rey de los Vinos se puede desayunar, comer, merendar y cenar, además de picar algo entre horas, no en vano el horario de su cocina es ininterrumpido. La oferta en desayunos es variada y va desde pestiños y torrijas, hasta la clásica bollería o tostada. Los amantes del desayuno salado tienen donde escoger: un buen pà amb tomàquet o un rico pincho de tortilla son de las opciones más demandadas. En el aperitivo no falta un buen vermut de grifo, una sidra de barril, o ¿cómo no?, un vinito ?dulce o seco- insignia de la casa. Para comer o cenar, el Anciano Rey de los Vinos tiene una amplia oferta de raciones típicas como chopitos, ibéricos, callos, huevos rotos, bacalao y pulpo, a las se suman muchos otros platos como tiras de pollo al cabrales, emparedados de calabacín, delicias de morcilla con manzana, setas empanadas con salsa de ajillo o solomillo al vino dulce. Los callos a la madrileña, plato que no puede faltar en ninguna taberna de la ciudad, se elaboran siguiendo la receta original del venerable Anciano. Los postres, todos ellos caseros, culminan una oferta excepcional.
Para merendar, vuelven a servirse las torrijas y los pestiños, sumado a tartas caseras de yogur, de chocolate con requesón, de yema y chocolate blanco, platos que los más golosos suelen también tomar como postre.
Es la elección idónea para cualquier día. Su amplia terraza ?de marzo a octubre- con vistas a la Catedral de la Almudena y el Palacio Real hacen de esta taberna un lugar de indispensable parada al llegar el buen tiempo a la ciudad. Su comedor interior es apto para las reuniones más variadas y su ambiente informal le hace propicio para ir con niños. El precio medio para comer o cenar es de 22 euros.
Dispone de un amplio horario (L, X, J, V, S y D de 10 de la mañana a 12 de la noche, y en verano los viernes y sábados, hasta las 2 de la madrugada) que facilita la visita a un lugar tan emblemático de Madrid.
EL ANCIANO REY DE LOS VINOS
C/ Bailén, 19
Madrid
Tel. 91 559 53 32