La pasada semana se celebró en el Reino Unido el Festival de Diseño de Londres 2014, y con motivo de este evento y durante toda la semana, estuvo abierto un curioso local, el Restaurante Tincan, un establecimiento pop-up donde solamente se vendían una gran variedad de latas de conserva pero únicamente se ofrecían dos productos en ellas, las conservas eran de pescado y marisco.
Un local pop-up, como la definición dice, ‘es un establecimiento temporal que logra captar mucha clientela por ser una demostración de innovación, originalidad, bajo coste’, entre otras características. Y es que esta iniciativa fue promovida para cambiar la opinión que a pesar de todo siguen teniendo los londinenses hacia este tipo de productos envasados, ya que son reacios completamente a ellos, opinión contraria a la de otros muchos países.
Un cuidado diseño, con dos ventanales que mostraba todas las latas en el escaparate, y como degustación un menú a base de latas de conserva entre las que se ha ofrecido hígado de bacalao ahumado de Islandia, caviar de erizo de Galicia, filetes de caballa en aceite de oliva de Portugal, entre otras. Eso sí, también se pudieron acompañar las latas con una ensalada de rúcula, cebolla, aceite de oliva, limón, perejil y pan.
El Restaurante Tincan ofrecía una gran variedad de conservas y todas ellas de cualquier lugar del mundo, latas de auténtico coleccionista y prácticamente imposible de conseguir en una tienda común. Además, el responsable del restaurante recordó que cada lata de conserva estaba producida por una pequeña empresa y que ésta lo realiza de una manera cuidada y a por menor, remarcando que estas singulares conservas son como los reconocidos grandes chef.
Al igual que abrió sus puertas con el Festival de Diseño de 2014, ayer mismo cerró para siempre este pop-up temporal, como su mismo nombre indica. Fue una iniciativa que surgió con la visita a un restaurante en la ciudad portuguesa de Lisboa, allí sólo servían marisco en conserva y esto les dio la idea para montar lo mismo en Londres. Además, con motivo del Festival, a las latas se les unió el diseño, decorándolas con una originalidad que las hacía destacar y llamar la atención de todos los que pasaban por allí.