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Madrid, 27 de noviembre de 2025. La Coordinadora de Agrupaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) critica a los eurodiputados que han avalado la inaceptable propuesta de la Comisión para cambiar las normas de etiquetado europeas de frutas y hortalizas.
“Ayer asistimos a una de las decisiones más preocupantes que ha tomado el Parlamento Europeo en materia de consumo alimentario y agricultura. Una votación que ha salido adelante por un solo voto… y que evidencia la fragilidad de una propuesta legal que, directamente, engaña a millones de consumidores europeos”, ha indicado Andrés Góngora, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG. “En todo caso, seguiremos trabajando para tumbar la revisión de este acuerdo de la UE con Marruecos. Aún queda la ratificación definitiva de esta revisión y confiamos en que nuestra voz sea atendida.”
Con la votación de hoy en el Parlamento Europeo ha quedado patente una cuestión: la gran inseguridad jurídica que contiene la propuesta de la Comisión Europea. El rechazo a dicha propuesta sobre el etiquetado no se ha aprobado por un único voto y la mayoría de eurodiputados, de todas las familias políticas, ha votado a favor, aunque no se haya alcanzado la cifra necesaria. Este reglamento y el acuerdo UE-Marruecos volverá a ser judicializado y tumbado por los tribunales, por la debilidad de las argumentaciones y disposiciones legales que se han aprobado. Nuestros posicionamientos están plenamente fundados y cada vez tienen más calado sobre los europarlamentarios y las instituciones europeas. Esto tendrá efecto y seguiremos trabajando para conseguir nuestros objetivos.
En todo caso, la incertidumbre de las importaciones de las producciones del Sáhara Occidental continúa y se acrecienta. Los operadores y grandes empresas que producen allí siguen sembrando dudas sobre sus productos, que continúan bajo la sobra de la sospecha, más si cabe cuando son las propias autoridades marroquíes las que han quedado encargadas del control de estas importaciones.
El resultado de la votación de hoy en el Parlamento Europeo es malo para los productores y productoras, pero también para las personas consumidoras de la UE. Por eso, y pese al resultado ajustado, desde COAG seguirán defendiendo con firmeza el etiquetado claro, la legalidad europea y los derechos de agricultores, ganaderos y consumidores. Lo que está en juego es la transparencia, la seguridad jurídica y la integridad de nuestro sistema alimentario. Seguiremos vigilantes y trabajando para proteger al sector agrario europeo y a quienes compran con confianza los alimentos que llegan a sus hogares
Contexto
Con la decisión adoptada se pretende borrar el país de origen en el etiquetado de frutas y hortalizas procedentes del Sáhara Occidental. ¿El objetivo? Favorecer a grandes empresas que operan en el territorio ocupado y satisfacer las exigencias de Marruecos.
Lo que se votaba no era un tecnicismo. Era decidir si Europa permite que un tercer país influya en nuestras normas internas de consumo, y si aceptamos normalizar la desinformación en el etiquetado alimentario.
La COAG ya realizó un llamamiento a los diputados del Parlamento Europeo para rechazar la descarada propuesta de la Comisión para cambiar las normas de etiquetado europeas de frutas y hortalizas. Esta modificación se plantea para favorecer a las grandes empresas que producen en el Sáhara Occidental, supone una traición a las personas consumidoras y productoras e ignora la sentencia del TJUE al respecto.
“Estamos vigilantes ante la votación clave de mañana en el Pleno del Parlamento Europeo”, señaló Andrés Góngora, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG. “La posición de los europarlamentarios puede resultar un punto de inflexión en este asunto. La defensa de los intereses de la agricultura y el consumo europeos pasa por un rechazo contundente a las pretensiones de la Comisión y el Consejo”.
¿Qué es lo que se votó el 27 de noviembre de 2025?
El Pleno del Parlamento Europeo podía aceptar o rechazar la adopción por parte de la Comisión de un Reglamento Delegado por el que se modifican las normas de comercialización de la UE para las frutas y hortalizas. Esta norma, hecha a medida de las peticiones de Marruecos, introduce una excepción sin precedentes a las normas de la UE que ahora establecen que los productos vendidos en el mercado de la UE deben indicar su país de origen. Sin embargo, la modificación permitiría que, para los productos procedentes del Sáhara Occidental, los productos no se etiqueten con el país de origen, sino con la región de origen, concretamente El Aaiún-Sakia El Hamra y Dajla-Ued Eddahab. El Parlamento Europeo debía decidir si permitía esta modificación, que forma parte de las cesiones de la UE a Marruecos en el marco de la revisión del Acuerdo UE-Marruecos para su adaptación a las sentencias del pasado ooctubre de 2024 que lo anulaban.
¿Por qué hemos pedido a los eurodiputados y eurodiputadas que rechazaran la propuesta de la Comisión?
Las razones son múltiples. La principal es la defensa de los intereses de las personas productoras y consumidoras europeas, frente a afán liberalizador de grandes empresas y las cesiones en contra del pueblo saharaui. Pero, además:
- El Reglamento Delegado contraviene las sentencias vinculantes del TJUE: el Tribunal de Justicia ha sido inequívoco. El Sáhara Occidental no forma parte de Marruecos y la indicación del país de origen que debe figurar en los productos procedentes de este territorio sólo puede designar al Sáhara Occidental como tal.
- Además, se genera un precedente peligroso abriéndose la puerta a otros casos futuros. Mientras que los productos europeos se deben etiquetar siempre bajo el nombre del país, las producciones de importación podrían señalar regiones o localidades a su antojo. De esta forma, se genera competencia desleal para la producción europea. Por añadidura, los correspondientes certificados de conformidad de estos productos con las normas UE podrán ser emitidos por las autoridades marroquíes, lo cual supone una cesión de competencias inaceptable.
- La Comisión ha admitido sin tapujos que la excepción es resultado de las negociaciones con Marruecos. La pasada semana, en la Comisión de Agricultura del propio Parlamento Europeo, la Comisión declaró que «la opción por la indicación del origen regional ha sido el resultado de negociaciones con Marruecos». Resulta indignante y absolutamente rocambolesco que la Comisión Europea negocie con un tercero la aplicación de una sentencia del Tribunal de la UE. No se puede permitir que un tercer país influya o modifique las normas internas de protección de los consumidores de la UE.
- La propuesta induce a error a los consumidores de la UE: el objetivo del etiquetado de origen es proporcionar información clara y veraz. En cambio, los nombres de las regiones marroquíes propuestos ocultarían el verdadero origen (Sáhara Occidental); confundirían a los consumidores (los nombres son prácticamente desconocidos); y crearían la falsa impresión de que los productos proceden de Marruecos.
- No existe base jurídica ni institucional para redefinir el origen mediante un acuerdo internacional. Las normas internas de etiquetado de la UE nunca se han modificado para adaptarse a un acuerdo comercial con un tercer país.
- Esta modificación supone una nueva derrota jurídica. De nuevo, la Comisión opta por la senda que le llevó a la anulación repetida de los acuerdos entre la UE y Marruecos por parte del TJUE tras las denuncias presentadas.
Por todo ello, COAG llama a apoyar las objeciones al Reglamento Delegado, para defender el Derecho de la UE, proteger a personas consumidoras y agricultoras, así como preservar la integridad del papel del Parlamento dentro del ordenamiento jurídico de la UE.