Septiembre. Comienzo de un nuevo curso escolar. Diferentes planes de estudio, objetivos, normativas... y la educación alimentaria de los niños se convierte en una preocupación mayoritaria, volviendo a cuestionar la validez de los comedores escolares, los sistemas educativos y hábitos del hogar
Según datos de la Asociación Española de Pediatría, cerca del 20% de la población escolarizada (cifra que se eleva al 35% en el caso de los pre-escolares de enseñanza primaria) realizan la principal comida en su centro de enseñanza. Y, por otro lado, se ha señalado que "la oferta dietética de los colegios no siempre es consistente con las guías de alimentación recomendadas para el colectivo infantil", afirma Jaime Dalmau, coordinador del Comité de Nutrición de la AEP.
Además, con los estudios de dicha asociación, se observa que los menús escolares no incorporan verduras, hortalizas, frutas y pescados en las cantidades recomendadas y, por el contrario, se emplean en exceso las grasas en la preparación de los mismos. Según una encuesta llevada a cabo durante el curso 2005-2006 en 33 colegios, con una población de más de 23.000 alumnos, se comprobó que la media de ingestión de fruta es de 3,4 veces semanales, la de verduras es de poco más de dos veces semanales, sumando las veces que aparece como primer plato y las que se utiliza como guarnición, las legumbres se consumen 1,4 veces a la semana y el pescado en 1,3 ocasiones.
Incorrecta alimentación fuera del colegio
En opinión de los pediatras, esta problemática se reproduce también fuera de las aulas. Para Dalmau, la alimentación de los niños y adolescentes españoles se aleja cada vez más de la dieta mediterránea. "Hoy en día, son muy pocos los niños que siguen una alimentación ajustada a las recomendaciones. Así, la dieta ideal en los niños entre 2 a 14 años debería incluir el consumo de dos lácteos y dos piezas de fruta al día, la ingesta diaria de verduras o ensalada, pescado 3 o 4 veces a la semana, siendo más recomendable el consumo de pescado que el de carne, y las legumbres al menos dos veces a la semana. Sin embargo, los niños prefieren la pasta y arroz y rechazan las verduras, pescados y legumbres", explica el experto.
¿Cómo debe ser la dieta intantil?
Una dieta equilibrada en la infancia debe distribuirse a lo largo del día en 4 ó 5 comidas: el desayuno, la de media mañana o almuerzo, la merienda y la cena. Así, el aporte calórico debe estar dividido de la siguiente forma: el 25 por ciento en el desayuno, el 30 por ciento en la comida del mediodía, entre el 15 y el 20% en la merienda y entre el 25 y el 30 en la cena. Esta inadecuada alimentación ya está teniendo sus consecuencias. En España, el 14 por ciento de la población infanto-juvenil presenta obesidad "y cada vez está siendo más frecuente en las consultas ver niños con problemas de metabolismo asociado a la obesidad y de osteoporosis".
Regulación de la publicidad de alimentos infantiles
El Ministerio de Sanidad y Política Social ha firmado con las cadenas de televisión agrupadas en FORTA (Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos) y en UTECA (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas) un acuerdo de cumplimento del Código PAOS (Autorregulación de la Publicidad de Alimentos dirigida a menores, prevención de la obesidad y la Salud), con el objetivo de disminuir la presión publicitaria sobre los menores de 12 años.
Con este acuerdo, que también fue suscrito por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), todos los anunciantes tendrán que asumir indiscutiblemente el Código PAOS de Autorregulación de la Publicidad de Alimentos dirigida a menores, por la prevención de la obesidad y la Salud, que fue suscrito en 2005 entre la AESAN y la industria alimentaria.
Se entiende que con este nuevo compromiso aumentará la protección del menor dentro de la lucha del Gobierno por combatir la obesidad infantil, tras constatar que los menores de 12 años pasan una media de dos horas y media diarias delante del televisor, la vulnerabilidad de este sector ante la publicidad y su incapacidad de prescribir su alimentación.
Algunas medidas del Código, cuyo incumplimiento, acarreará sanciones entre 6.000 y 180.000 euros, son: evitar mensajes cuyas presentaciones puedan inducir a error acerca de las características del producto; evitar el llamamiento directo a los menores para que compren el producto anunciado o incitarles a que persuadan a sus padres o a otras personas para que lo hagan; no promover o presentar hábitos de alimentación o modos de vida poco saludables, etc.
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