Ya se han vestido de otoño los árboles y les amarillea el traje. El campo se llena de olores: el de la tormenta que se acerca; el de la lluvia que cae y el de la tierra húmeda ávida de ella; el olor de las setas; el de las hojas caídas.
La luz suave y tamizada de una tarde larga, de otoño, amarillea el horizonte. Las mejores puestas de sol son las de otoño cuando las nubes reflejan, en un festival de rosas, rojos, naranjas y lilas, al poderoso sol que cansado de dar tanta luz en el recién acabado verano, se despide hasta mañana. La veda se abre y los cazadores vuelven rodeados de plumas, las piezas fanfarronas colgadas del cinto.
El generoso otoño, que por no ser menos que su hermana primavera, nos ofrece frutos rojos con los que hacer jaleas, postres y decorar nuestros platos. Y nos brinda sus setas que crecen orgullosas después de la lluvia con el paraguas abierto a destiempo.
Esta misma lluvia que reverdea los áridos campos castellanos que aún conservan algún girasol de cabeza vencida, esta misma lluvia, hará crecer la seta de cardo, el níscalo, y en alto pinar el codiciado boletus.
Sentada en el campo, asomada al otoño, huelo en el aire el aroma de la lavanda que Javier poda. Angel ronca una siesta, no hay ningún oso y pienso qué hacer con las tres hermosas calabazas que me han regalado en el pueblo.
La tarde, su luz, la fragancias, el aire... el otoño.
Tortilla de otoño
Ingredientes:
Una zanahoria en juliana, una cebolla hermosa igual cortada y su equivalente en tamaño de calabaza rallada, cuatro o cinco huevos batidos, medio kilo de setas silvestres, un manojito de ajos tiernos, un chorrito de oloroso, sal, pimienta y buen aceite de oliva.
Cubrir con aceite el fondo de un sartén adecuada para tortilla. Poner en él las verduritas y dejar que se hagan despacito. A continuación añadir los huevos, remover un poquito, salpimentar y dejar que se haga. Una vez cuajada por este lado, darle la vuelta con ayuda de un plato, y continuar la cocción del otro lado.
Mientras, limpiar y cortar los ajetes y pochar junto con las setas elegidas. Salpimentar y añadir el vino. Dejar reducir.
Servir una porción de tortilla en cada plato acompañada de las setas. Decorar otoñalmente.
Que aproveche y un beso