El consumo nacional de salmón noruego ha pasado de más de 10.000 toneladas en 2010 a 14.000 en 2012, de acuerdo a los datos del Norges Sjømatråd (Consejo del Pescado de Noruega). Este aumento del 40 por ciento supuso que el salmón sobrepasara al bacalao por primera vez y que fuera el pescado noruego más importante en la actualidad.
La producción y la exportación han crecido en los últimos años. Los datos del Ministerio de Pesca muestran que la producción es un 43,8 por ciento mayor que en 2009, llegando a las 1.241.480 toneladas. Por otro lado, mientras que la exportación hace cuatro años aportaba 5.000 millones de euros, ahora supone 6.000. Sin embargo, el objetivo del gobierno es producir más salmón y para ello han concedido 45 nuevas licencias verdes. Estas licencias asegurarán que se use más tecnología medioambiental y la producción crezca en cinco puntos porcentuales. El salmón noruego es reconocido como uno de los mejores. “Somos el segundo exportador de pescado del mundo a día de hoy”, explica la ministra Lisbeth Berg-Hansen. Sin embargo, las voces críticas apuntan al elevado número de salmón de piscifactoría, en comparación con el salvaje. “Estoy muy segura de que el salmón salvaje y el de piscifactoría continuarán conviviendo”. El Directorio de Pesca noruego descubrió que los salmones de piscifactoría que escapan a los ríos producen un impacto medioambiental y genético. Como dato negativo para la industria pesquera del país, en el periodo de 2009 a 2011 los escapes fueron muchos y el riesgo de exposición muy alto. El país de los fiordos exporta todos los años millones de toneladas de este pescado. Su fama y precio crecen también. Desde 2009 el salmón de Noruega encareció su precio en un 7 por ciento.