Nuestro día de la dependencia este año ha sido el pasado 16 de mayo, adelantándose en 10 días al año anterior, que fue el 26 de mayo.
Sin embargo, en la Unión Europea en conjunto, se ha retasado dos días y será este año el próximo 8 de julio.
Que nos indica esto, pues que España es uno de los mayores consumidores no ya de Europa, sino del mundo y que en España más de la mitad del pescado consumido es importado de fuera de la Comunidad Europea. Aunque parte de este pescado no es de consumo directo, sino que se emplea para fabricar harinas, aceites, etc.
El informe para establecer el Día de la Dependencia, lo elabora la New Economics Foundation (NEF). Cuentan desde el 1 de enero, según el pescado extraído en nuestras aguas y el consumo de pescado por español. El informe se realiza con las capturas de pesca extractiva y de acuicultura, con lo que si no se considerara esta última, nuestro día hubiera sido antes, el 3 de abril.
Existe un calendario en el que aparecen todos los países comunitarios y su día de la dependencia marcado. En el apreciamos que algunos de estos países son dependientes desde primeros de año, pero es porque tienen poco acceso a las aguas comunitarias, como son Austria, Eslovaquia y Eslovenia. Lo que ya no es tan normal es que otros países como España, Portugal, Alemania, Italia o Francia, estén en las mismas fechas teniendo cantidad de aguas de pesca.
Según el último informe de NEF, las 2/3 parte de las poblaciones de peces comunitarios, están sobreexplotados. El nivel de autosuficiencia en la Unión Europea, es demasiado bajo y el nivel de sobreexplotación demasiado alto.
Este es el demoledor informe de la New Economics Foundation (NEF) del último año para la Comunidad Europea.
Queda pues demostrado que este modelo es insostenible, la sobrepesca europea también afecta a otros países exportadores a Europa, pues empiezan a pescar en exceso, para satisfacer nuestra demanda.
Todo ello es socialmente injusto e inviable para los fondos marinos. Se necesitan pues, unas nuevas políticas pesqueras, una reforma de la “Política Pesquera Común”, que consiga recuperar los ecosistemas marinos y repartir equitativamente los recursos.
Para esto tenemos que tener muy claros los objetivos a conseguir, además de contar con amplia y clara información al respecto, para establecer fidedignamente las cuotas de captura, reduciendo la capacidad en consonancia con los recursos disponibles.
Crear un contexto en el que todas estas políticas sean rentables. Promover el consumo responsable y también la pesca responsable fuera de la comunidad europea.
Promover fondos públicos para proporcionar medidas constructivas, para investigación y para hacer cumplir las cuotas y todos los acuerdos tomados.
Para conseguir buenos objetivos, las autoridades no deben conformarse con medidas a corto plazo, hay que mirar más allá, conseguir que a largo plazo funcionen las cosas como deben ser.
El dinero fácil de hoy, puede ser la ruina de los caladeros de mañana.
Sobre todo hay que aplicar medidas urgentes a determinados tipos de pesca, como el arrastre en el que se desperdician muchos ejemplares. Y la costumbre de tirar peces por la borda, porque son pequeños o no se venden bien en las lonjas.
El derecho a la alimentación humana y de un producto tan beneficioso, no debería chocar con el derecho de algunas especies a su propia existencia.