Como en otros ámbitos, en el de la nutrición lo importante es la dosis, la misma sustancia puede matar a una dosis determinada y curar a otra. Lo mismo pasa con los alimentos, hay que comer de todo pero cuidando las cantidades, de unos alimentos deben ser más elevadas que de otros.
En el último congreso de la Sociedad Americana Química, celebrado en Nueva Orleans durante estos días, se presentó una ponencia que avalaba los beneficios de la clara de huevo sobre todo en el control de la hipertensión arterial. El principal autor de la investigación, Zhipeng Yu, de la Universidad de Jilin en Changchun, China, afirma que un péptido o grupo de proteínas de la clara de huevo, el conocido como RVPSL, actúa en el organismo como una dosis baja de Captopril, que es un fármaco utilizado en la hipertensión. Al parecer el péptido RVPSL bloquea la acción de la enzima conversora de la angiotensina, que es cómo actúan la mayoría de los medicamentos antihipertensivos, sin causar efectos secundarios. Además el calor no altera estas propiedades, por lo que se pueden cocinar de cualquier modo. Incluso según un estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, frito es como tiene más propiedades.
Para Nieves Martell presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión, hay que ser cautos, pues los efectos solo se han demostrado en animales, por lo que las personas con esta enfermedad no deben cambiar su tratamiento, aunque el camino abierto con esta investigación es muy prometedor. Aun así lo recomendable para esta especialista, es tomar tres huevos a la semana y una clara más, esto también es recomendable en personas diabéticas-hipertensas o con colesterol alto.
Como hemos apuntado arriba los huevos son necesarios en la dieta, porque aportan el colesterol necesario para renovar las membranas celulares y para producir algunas hormonas. En lo que insistimos es en las cantidades, hay que comer de todo, pero no mucha cantidad. Cuanto más variada es la dieta más se tolera cualquier alimento.