Chipirón , busca novia

Este cefalópodo llamado luligo vulgaris en latín, calamar en castellano y txipiron en euskera, ha estado expuesto a muchas discusiones en su denominación, unos llaman txipiron a los pequeños y calamar a los grandes, otros llaman txipiron a los que son en tinta y calamar a aquellos que no van con tinta etc....
Además ocurre que vienen de diferentes mares y océanos, y en estados muy diferentes: congelados, refrigerados, frescos, de anzuelo, de arrastre.
Por eso definir un solo calamar es muy difícil .
En cualquier caso todos coincidimos en que es un lujo de producto, casi siempre clave de éxito en cualquiera de sus preparaciones.

Cuando lo hacemos a la plancha es como si de un filete se tratara, muy tierno si se hace poco y duro si se abusa del fuego .
Cuando es en salsa, necesita como un buen guisado mucha cocción .
Cuando es un ingrediente de condimento, paella, fideua etc ... siempre se comparte con éxito sin defraudar.
Cuando va en guiso, patatas, arroz, sopa, aparte de unos aromas que nos embriagan con deleite .

Pero ¿quién es su novia? ¿con quién se casa el chipirón?. Cuando hablamos de matrimonios perfectos, ¿cual sería su pareja perfecta ¿quizás será un buen ligón que ligará con muchas y no se case con ninguna?
Yo, en mi cargo de consejero matrimonial del chipirón, me atrevería a atribuirle a la verdura como su novia ideal.

Con la cebolla en el clásico chipirón encebollado o ?pelayo? como se le conoce. Yo reconozco que me descubro, como cocinero y como comedor de ellos. En tinta, que puede ser una de las preparaciones más perfectas, el ingrediente principal no es otro que la cebolla .
Pueden ustedes hacerlo también con un salteadito de verduras y verán que también son deliciosos.

O prueben a comerlos con tomate en cualquiera de sus preparaciones
Yo sinceramente si el chipirón busca novia, busca novia, si alguien le conoce mucho y cree que tiene influencia sobre él, sugiéranle que su novia puede ser la verdura por que con ella su fuerte carácter de caballero arrogante se convierte en un príncipe generoso de nuestros paladares.
Así que ya sabes chipirón, a casar con la verdura y sin rechistar, que de esa manera todos te queremos más .