Ha sido siempre un peleón. Se le nota. Siempre optimista y positivo, José Andrés cruzó el charco hace ya 25 años para instalarse en los USA y convertirse allí en mascarón de proa de una nueva manera de enfrentarse a la cocina. Allí ha enseñado a comer a propios y extraños sin perder su exquisito sentido del negocio. Montó el restaurante Jaleo en Whasington en un intento, absolutamente logrado, de enseñar a los americanos qué es eso de la tapa y su valor gastronómico. Y vaya que si lo ha conseguido.
José Andrés es un hombre que mira hacia la calle, se alimenta de ella y le devuelve sus enseñanzas. Además de ese local que enseñó el camino a públicos nuevos a ese tradición española llamada "tapa", el cocinero asturiano otorgó otra categoría a los "alimentos" servidos en las aceras, en los ahora reconocidísimos "food truck". Se sumaba así a la cultura urbana de un país cuyo ritmo trepidante ha llevado a gran parte de sus ciudadanos a comer mientras camina y/o negocia. Pero José Andrés también dotó de categoría a esta manera de comer y re-educó los paladares de gran número de personas que estaban dispuestos a defender el gusto por lo bueno sin renunciar a su escasez de tiempo.
De alguna manera todo lo que tiene que ver con el auge de la cocina latina e ibérica en EE.UU. tiene que ver con este cocinero que llegó a aquel continente como parte de un proyecto, la Dorada Petit, que pronto naufragó por mala gestión.
Pero este hombre, ya lo ha demostrado, no se arredra ante nada y se ha convertido, con los años y su capacidad de lucha, en un referente en el universo americano. Y en una de las personas más influyentes de aque, vamos a decirlo así, "imperio".
A su crecimiento empresarial hay que sumar su calidad humana. Porque José Andrés no se ha olvidado, en su camino de continuo crecimiento, de los que no eran tan aforunados como él. Hasta el punto de crear su propia fundación, Thinkfoodgroup, en su intento generoso de hacer de este mundo un mundo mejor.
Todo ello, su defensa de la cocina española y su innegable carácter filantrópico, han llevado a la Academia de la Tapa de Madrid a elegirle por unanimidad el ganador del Primer Premio Internacional de la Tapa 2015.
¡Enhorabuena!. En este universo gastronómico, que crece sin parar, todo suma. Y personalidades y cocinas como la de José Andrés iniciden en la importancia de nuestra cocina.