Este acto se repite año tras año por el artesano de cada sidrería con el fin de que los visitantes caten su nueva sidra. El ritual siempre consiste en realizar una misma acción que consiste en que el sidrero, al grito de la palabra ¡txotx! (En su traducción directa significa palillo, el cual se desprende de las barricas para que salga la sidra) abra los toneles dejando correr la sidra a presión por un pequeño orificio. De este modo, cada persona respetando el orden de llegada, inclinará su vaso vacío para llenarlo de esta bebida tan característica.
Se trata de un producto de lo más aromático, proveniente de una variedad de manzanas utilizadas en su proceso de elaboración. De este modo cada tonel tiene una variedad de sidra diferente y un matiz totalmente distinto. Se van catando y saboreando sorbo a sorbo al pie de los toneles compartiendo a su vez la experiencia con los compañeros de faena. Tras esta operación cada comedor vuelve a su mesa con el vaso vacío y repiten este mismo acto una y otra vez hasta degustar cada uno de los toneles.
Esta bebida forma parte como es de esperar, de un menú de lo más distinguido y tradicional en el Pais Vasco compuesto de: tortilla de bacalao, bacalao frito con una guarnición de pimientos verdes y cebolla, chuletón y de postre queso curado con membrillo y nueces. Todo esto, acompañado de la simpatía de los sidreros atentos a cada uno de nuestros movimientos y del ambiente que rodea esta maravillosa tradición.
Para los más interesados, la temporada ideal para asistir a este acto es desde Febrero hasta finales de Abril. Todavía estás a tiempo, no dejes perder esta oportunidad.