Vuelve la Tentación en Forma de Chocolate

 Este salón que arranco con algo de retraso y a medio montar por parte de los expositores, a los que se le dificulta el montaje, cumple en este 2010 diez años, y a pesar de ser el primer y único salón dedicado al cacao, a día de hoy es mas un salón enfocado al publico en general y de venta de productos que realmente a los profesionales del sector, donde también los pequeños y no tan pequeños disfrutan chocolateando. Este encuentro se ha convertido ya en una cita obligada para los amantes del chocolate donde pueden comprar en una amplísima variedad de productos y encontrarse con algunos de los mejores maestros chocolateros que acuden a esta cita, los cuales participan con clases magistrales y presentan y venden sus productos.

El maestro chocolatero José Fernández, un habitual de este salón presento su línea de chocolates Goson Noir, coupage único de chocolates de origen que mezcla Tanzania, Santo Tomé y Mexico y comercializado por una conocida firma de chocolates, aromas frutales y sabores largos y ácidos en boca, un chocolate bastante diferente y poco empalagoso, algo que me gustó. Espectacular su buñuelo bombón que presentaba y que pudimos probar, de textura tradicional como la que solemos estar acostumbrados y en su interior un relleno prácticamente liquido. También el y su pastelería Nunos de Madrid convirtieron el espacio de la "gula" en una exposición de ocho esculturas de chocolate titulada "sentimientos" donde expresaban cada una de ellas, el amor, la sorpresa o la alegría.

Si hablamos de bombones con queso cabrales, hablamos de Tino Helguera, el maestro chocolatero que demostró en el salón lo que desde hace pocos años ya esta de moda, que el chocolate y el queso juntos conjugan a la perfección, de hecho ya se comercializan este tipo de bombones con rellenos de diferentes quesos, junto a otros de azafrán o mojito, también bombones de bodega con rellenos de nuestros mas reconocidos vinos españoles. Y con vino y chocolate representación de un maridaje en el salón, también una cata de whisky y chocolate. Vimos chucherías y golosinas ahora ya enfocadas para mayores, una apuesta comercial a cargo de las tiendas suecas oomuombo que encontramos en Madrid y donde todas las golosinas y gominolas de toda la vida se han tuneado para gustar a los mayores, ni dibujos animados, ni colores pastel, en sus tiendas hay diseño, modernidad y muchas muchas chucherías.

Justo Almendrote, maestro pastelero impartió una clase magistral en la que pudimos ver como hacer una merienda a base de medias noches con frutos secos y chocolate, bombones de aceite de oliva o como atemperar un chocolate.

Con la gula en el taller del obrador, la soberbia en la conciencia sobre la biodiversidad, la envidia en la exposición de esculturas, la avaricia en un casino de chocolate, la lujuria en los productos de erotismo y chocolate, la pereza en el taller infantil y la ira en la zona antiestrés estuvieron los más dulces siete pecados capitales en la séptima edición del salón del chocolate de Madrid, junto a fuentes de chocolate que decoraron los pasillos de este salón que se ubica en un no del todo cómodo y apropiado espacio como es un centro comercial, aun así, es lo que hay y más sabiendo la cancelación este año del gran Salón Internacional du Chocolat que se iba a celebrar en Madrid en un pabellón de IFEMA, y que por el bajo numero de participantes y patrocinadores e impulsado por estos años de crisis se ha retrasado, dicen, hasta el año que viene. Ojalá pudieramos disfrutar exclusivamente y en muchos metros cuadrados del mundo del cacao, del chocolate y de los maestros chocolateros en plena acción, y así poder endulzarnos la vida a lo grande.

FOTOS: Jesús Peña