Thermomix, Historia de una Vida

La celebración incluye un viaje a través de  las cinco décadas que han visto crecer este aparato. Cinco espacios decorados a propósito para cada momento reciben al comensal. Todo está cuidado al detalle. En el primer comedor, años 70, la vajilla es de duralex ambar, Nino Bravo suena en la radio al igual que algunos de los cantantes más famosos de la época y toda su deciración nos traslada a aquellos momentos. Para el paladar, una Vichyssoise de guisantes con chispa, que inlcuyen un estupendo crujiente de jamón y un Pastel de atún con gelatina de tomate y caviar de aceite de oliva presentado en una sugerente lata. Muy conseguidos los sabores, las cuidadas presentaciones de los platos y un "maestro de ceremonias" con mucho ritmo y sentido del humor, Edu, van convenciendo a los elegidos comensales de que van a pasar un buen rato gastronómico.

En el comedor de los 80 nos vamos a la movida madrileña, el cubo de rubick, las copas de Martini, las sillas estructurales y algún color chillón decorando las paredes. Ahí llegan una Crema de cóctel de sopa castellana a la que el huevo dota de un sabor más que interesante y una Coca de mar y tierra verdaderamente sugerente. Hemos cambiado de vino siguiendo las costumbres de la época. Hemos pasado de un blanco López de Haro a un Bardos Romántica. De La Rioja a Ribera del Duero. Paloma es la encargada de que nada nos falte por ese lado.

En los 90 nos recibe Cobi para recordar el glorioso arranque de década que vivimos en este país. Y ahí están la Batea de mejillones trigre rabiosos y un curioso Tayín de salmón con salsa ras el hanout, que os habla de una cocina patria que empieza a modernizarse en aquella época y a encontrar un sitio entre los fogones universales. López de Haro y uno de sus tintos acompañan el momento.

Con el cambio de siglo, la Thermomix ya se ha ido haciendo un hueco en los hogares y quienes la usan se van atreviendo con una nueva cocina. Como ejemplo,  la Limanada ahumada de tomillo y miel ( sis, si, como lo leen: hecha con lima, no con limón) y el Arroz en textura de paella con carrillera ibérica y aroma de romero, uno de esos platos que hablan de las capacidades de Thermomix. Ya somos modernos, estamos en el nuevo siglo...y se nota en la cocina. 

Los postres llegan con la primera decena del nuevo siglo. Un buñuelo que encierra un Mordisco de cristal al caramelo con crema de naranja con claros recuerdos a los conocidos donuts y una Piruleta Dalgona, que reune los sabores del café y el chocolate blanco y que lo mismo puedes morder que chupar. 

Estupendo viaje, estupenda idea, estupendos anfitriones. Una experiencia única que reconoce el valor que la tecnología ha traído a la cocina y el esfuerzo por la marca por superarse en su oferta y en su amor por los platos bien hechos.