Réquiem por la Gastronomía Española

Más allá del relumbrón mediático mundial de media o cumplida docena de chefs españoles, la identidad culinaria de España se ha disuelto en el cosmos como un azucarillo en un vaso de agua con aguardiente zarzuelero y de su memoria solo queda un ya prácticamente alienígeno capítulo de “Tapas”.

El estudio lo ha realizado Sous Vide Tools, empresa multinacional dedicada a temas de alimentación e industria alimentaria, a partir de la información en la plataforma Google Trends y realizando comparativas de las tendencias de búsqueda sobre tipos de cocina por países, en número de 17, más lacitada categoría apátrida que bajo el nombre de “Tapas” figura en el listado. Sobre una puntuación proporcional de 100 considerando las búsquedas mensuales y otorgando puntuación a cada año entre 2009 y 2018, han calculado el porcentaje de cambio entre el primer y el último año de la serie.

Siguiendo este criterio de evaluación, en cabeza se sitúa la cocina coreana que ha experimentado un incremento de popularidad mundial del 163,17%. Le siguen a cierta distancia la cocina china, con un aumento de 95,40%, la vietnamita, que crece un 78,13%, mexicana, que constata un incremento del 77,92%, la turca, con un 65,17%, la estadounidense, con un 55,68% y la japonesa con un 46,31%. 

En el puesto 9 y con un crecimiento para la década de un 45,05%, aparece la primera de las cocinas más tradicionales, la griega, que crece un 45,05%, y a cierta distancia le siguen la italiana, que sube un 32,92%, y la francesa, con un modesto aumento del 18,40%. Completando el listado de crecimiento por países o regiones, la cocina india sienta plaza en el número 12 y apuntándose un aumento de notoriedad mundial del 32,98%, seguida por la africana, con un 32,39% y la caribeña, que registra un aumento del 22,12%.

En el inventario solo hay dos cocinas que registran un descenso de popularidad en el transcurrir de la década y estas son la británica, que cae un 6,27% en popularidad o interés del público, y la marroquí, que se desploma un 21,02%.

Como se ve, la cocina española ni está ni se la espera. El tirón de la paella, el gazpacho y la sangría, que es la burda caricatura a la que la que se ha visto reducida en la última década la probablemente más rica culinaria del mundo, no da para ubicarla en parte alguna del listado y, ya muerta, su presencia de ultratumba solo puede intuirse  en dos apartados ajenos a Estados o regiones, que son, respectivamente, la cocina mediterránea, en el décimo puesto de la lista y cuyo interés mundial y/o demanda crece un 39,71%, y el correspondiente a “Tapas”, que se ubica en el undécimo y sigue a corta distancia con un aumento del 37,16%. 

No es mucho para acreditar al menos una cierta fantasmagoría de la cocina española en el mundo, ya que, de un lado, corresponde a uno de los países que más se han alejado durante la década del modelo de dieta mediterránea, y de otro, el concepto “Tapas”, patrimonio cultural y palatal hispano durante siglos, se ha regalado graciosamente al mundo al no ir acompañado de producto alimentario autóctono, con lo que la idea de un bocado que acompaña el trago aperitivo se extiende ya a cualesquiera porción de manducaria apta para el consumo humano.

Pena, penita, pena.