Relatos Sabrosos, una Visión Muy Particular de la Historia Gastronómica (Cap.46)

 Este evento, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional ha ido ganando interés popular, y no sólo en España, lo largo de los años. Se desarrolla durante la mañana del 29 de junio, festividad de San Pedro

  El 23 de junio de 2001 firmaba un reportaje en El MUNDO en el que daba cuenta de sus principales características. El introito del mismodice así:

  En las cercanías de la ciudad riojana de Haro se celebra el 29 de junio un “combate” muy singular. Una de sus peculiaridades es la munición utilizada por los diferentes bandos: miles de litros de buen vino que impregnan las ropas de un marcado color granate

  A continuación ponía en contexto el acto: La localidad burgalesa de Miranda de Ebro y la riojana de Haro miden sus huestes en las cercanías de esta última para dilucidar a quien pertenecen los riscos de Bibilio. Lo que en sus tiempos tuvo carácter bélico, hoy día se ha convertido en pretexto para un acto de confraternización al que asisten miles de personas.

  Estos riscos están situados en un paraje situado junto al lugar conocido como Las Conchas, por el que el Ebro hace su entrada en La Rioja.

  A continuación explicaba sus orígenes bélicos: El motivo histórico de la batalla se basa en la importancia estratégica de los riscos. Este enclave fue castillo medieval y lugar desde el que tuvo un gran impulso La Reconquista. Pero, a su vez, tiene connotaciones religiosas de mucha  importancia para los riojanos.

  En estas peñas residía San Felices, maestro de San Millán de la Cogolla y patrono de Haro, como muestra un magnífico lienzo que se conserva  en el Monasterio de Yuso. En recuerdo de esta presencia se levanta una ermita, a la que se acude en romería cada 29 de junio.

  Y aquí está la palabra clave, la romería, para dar sentido y origen a la Batalla del Vino. Se basa en el jolgorio que se montaba durante el almuerzo tras asistir a la misa, consistente, especialmente en caracoles o chuletillas al sarmiento, aunque no faltan la menestra o el bacalao.  Y es en 1949 cuando el mismo (jolgorio) se conoce como actualmente se denomina.

  Pero hay un paso previo : es la romería a la ermita de San Felices, donde se celebra la santa misa. El término de la misma es  el origen de todo lo que viene después. Para seguir la tradición histórica los vecinos de Haro colocan el pendón de la ciudad en la parte alta de las peñas, en señal de mantenimiento de su dominio.

  Y empiezan las “hostilidades”. Al bajar las autoridades la estrecha escalinata son las primeras “victimas” de esta confrontación. A  partir de ese momento no hay tregua alguna. Ni observadores imparciales. Las primeras escaramuzas se dan entre los componentes de las distintas peñas. Pero al final es una  lucha, o más bien una ducha, de todos contra todos.

  Nos encontramos ante una de las expresiones más lúdicas y sorprendentes de lo que la cultura del vino significa. Y tiene como marco una ciudad que es la capital de La Rioja Alta.

  Y señalaba  lo que en aquel año (2001) se utilizaba en la contienda: Si bien es la tradicional bota el “arma” de uso más frecuente, se utilizan otros muchos recipientes: sobre todo sulfatadoras, seguidas de porrones y calderos.

  Al final del almuerzo se vuelve de nuevo en romería hacia Haro, hasta el puente sobre el río Turión . A la hora del Ángelus (doce del mediodía) se empieza a entrar en la ciudad, enfilando la calle Navarra al ritmo de las charangas para, tras rodear el templete de la música de la calle La Paz, ir hacia la plaza de toros donde se sueltan vaquillas.

  El interés por esta peculiar fiesta ha ido tomando fuerza cada vez más importante, yanto a nivel nacional como internacional, como se puede comprobar por los carteles anunciadores, de los que aportamos algunas muestras.

  Como dato curioso se reseña que en 1968 se hizo una segunda Batalla del Vino a petición de una agencia norteamericana de publicidad.

  En 1918 el diario La Rioja publica un relato que comienza: La mañana ha pasado suavemente: mientras van, buscan buen sitio, corren, bailan y oyen misa, las diez; la hora crítica para “matar el gusanillo”. Un corro aquí, otro más allá y otros más lejos, sentados sobre el yerbin, con los ojos fijos en la humeante cazuela, da principio el almuerzo; corre el chiste que es un gusto, y aún con mayor gusto corre el vino por las gargantas.

NO OS PERDÁIS EL SIGUIENTE RELATO. UNA MIRADA A LA RIOJA (3). HARO,  LA CIUDAD DE LAS LUCES