Los doctores Serra, Foz, Serrano y Estruch
El curso Nutrición y Salud ha reunido en Santander un panel de expertos que plantean y debaten la dieta mediterránea, sus beneficios y el modo de llevar a la práctica esos contenidos
Primeras conclusiones Curso Nutrición y Salud UIMP
Los doctores Serra Majem, Ramón Estruch y Mario Foz han debatido la evidencia científica de los beneficios de la dieta mediterránea y sus estrategias de implantación.
El doctor Serra Majem (presidente de la Fundación Dieta Mediterránea) afirmó que estamos en un buen momento para volver a la dieta mediterránea ya que se ha conseguido un alto grado de conocimiento entre la población, pero falta el paso de llevarla a la práctica. Este cambio no va a depender de la ciencia médica, sino que se trata de un difícil cambio cultural, económico, antropológico y social sobre el estilo de vida
Ramón Estruch (coordinador del estudio PREDIMED), incidió sobre la dificultad de evidenciar científicamente la relación directa entre estilos de vida y salud. En concreto, detalló el estudio PREDIMED que ha seguido más de 7.500 casos desde 2003 y tendrá sus resultados finales publicados este mismo año, adelantando que los resultados obtenidos hasta ahora parecen probar que la dieta mediterránea ayuda a reducir la obesidad y las enfermedades crónicas asociadas como diabetes, hipercolesterolemia, ayuda a reducir la presión arterial y tiene un efecto antioxidante y antiinflamatorio.
Mario Foz (asesor científico del Instituto Danone y fundador de la Asociación Española para el Estudio de la Obesidad) recalcó que el origen de la actual epidemia de obesidad es debida al abandono de la dieta mediterránea, y que la mejora de este aspecto pasa por la recuperar la alimentación tradicional, especialmente eficaz para combatir obesidad de tipo central, que es la que incrementa los factores de riesgo para la salud.
El profesor Serrano Ríos señaló que debemos multiplicar los esfuerzos para la introducción de estilos de vida saludables en la población infantil y adolescente, pues la incidencia de las tres epidemias no contagiosas más extendidas como la enfermedad cardiovascular, obesidad y diabetes crecen especialmente entre niños y adolescentes, donde el seguimiento de la dieta mediterránea es el más bajo y no llega al 23% de la población, lo que indica que los hábitos saludables entre niños y jóvenes está descendiendo, lo que ya está causando graves problemas de salud pública, pues se están detectando casos de diabetes en niños propios de un adulto de 50 años
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