Increible el Nuevo Fortuny, Madrid Brinda por su Retorno

CRITICA.- Cuando llegué al nuevo Fortuny, la música me transporto a un espacio cómodo y divertido, me desplace a lo largo del Palacete para conocer sus espacios gastronómicos hasta que la planta más alta, me mostro techos pintados con frescos, muchos espejos y mesas con gente feliz.

La oferta era gastronomía italiana, pero en busca de hacerte disfrutar aportando nuevas recetas con un giro de mucho estilo. Pizza trufada, Carpaccio de cigalas con bastantes topins, tagliatelle con Bogavante o Lasaña Longomare. Platos recomendados por un maitre muy amable que armonizamos con un vino blanco de Venecia.

Sin duda un espacio casi obligatorio si quieres disfrutar de una velada con gente que quieres y te diviertes.

Sería un pecado no visitar Fortuny, si lo conocias de epocas anteriores. De verdad, merece la pena.

Lo que te conté pasó en BENEDETTO, pero hay otros tres espacios especialmente diseñados para disfrutar.

YO VOLVERÉ A SEGUIR DEJANDOME ENAMORAR POR SU OFERTA GASTRONÓMICA.

CRONICA.- Si hay una leyenda en Madrid es Fortuny, un lugar que ha dado cobijo a estrellas de Hollywood, personajes de la jet-set y aristócratas que se han codeado con los madrileños durante 25 años.

Ubicado en el distrito de Almagro, este palacete de estilo francés del siglo XIX de la calle Fortuny siempre ha sido sinónimo de las noches más inolvidables, así como de las fiestas y eventos más glamourosos 

Inaugurado a finales de los años 90, hoy Fortuny renueva un clásico, con una sorprendente propuesta gastronómica de la mano del restaurante italiano Benedetto, La Cúpula Garden y una coctelería de autor y de altura como Henriette; así como un club nocturno que se ampara bajo el nombre de Morris Club: cuatro espacios que cuentan con su propia personalidad y carácter, pero que juntos son capaces de brindar una experiencia completa que se inspira en el universo del artista Mariano Fortuny y Madrazo.

Por su parte, la terraza (cubierta en los meses de invierno y otoño) denominada como La Cúpula Garden es una oda al “sistema Fortuny”: una estructura de hierro y tela que dimensionaba la escena a través de la luz y bajo la que se presentó Tristán e Isolda de Wagner, en Milán. Una escenografía que se traduce en una propuesta gastronómica que da inicio con cócteles de corte italiano –como el Negroni Fortuny o el Sbagliato della Cúpula– y platos como los berberechos de Noia al aroma de coco y lima, la ensaladilla rusa casera con buey de mar o las croquetas de jamón con salmorejo. Seguidos por unas sepietas de playa con habitas, jamón y huevos fritos de codorniz; o la chuleta de simmental madurada 45 días al carbón. 

Fortuny también plasmó en sus piezas el arte japonés y el modelado occidental, técnicas que se reflejan en una carta paralela que integra platos de corte asiático: como la tempura de langostinos o el isiyaki de vaca madurada en tataki, a los que se suman nigiris, rolls y makis.

En Henriette Cocktail Bar, ubicado en la primera planta, la inspiración llega directa de Adèle Henriette Elisabeth Nigrin, musa y esposa de Fortuny, así como la creadora de la túnica Delphos que liberó a la mujer del corsé. Arriba, en la segunda planta, Benedetto Restaurant ofrece una cocina refinada italiana, que rinde los honores al comerciante y amante de las artes Benedetto Pesaro, que dio vida al Palacio Fortuny de Venecia.

Toda esta propuesta encuentra su punto álgido con Morris Club, un espacio multidisciplinar cuyo nombre proviene de William Morris, máximo representante del movimiento Arts & Crafts en Gran Bretaña: un sitio donde tomar una copa, divertirse y sorprenderse mediante contenidos y experiencias memorables.

Con esta nueva etapa, la leyenda que siempre ha sido Fortuny para los madrileños vuelve a brillar, empezando una historia que promete volver a acaparar todas las miradas. Y, cómo no, todos los corazones.