Gastronomía Postal

, cuyo motivo iconográfico es el de un apetitoso gazpacho andaluz, que pasará a la historia inmerso en la serie Gastronomía: España en 19 platos. La colección, como es fácil deducir, pretende abrir al mundo una ventana con la receta más representativa de cada una de las 19 Comunidades y Ciudades Autónomas españolas. Un tándem, turístico y coquinario, que desde hace años avanza a galope de identidad cultural con el brío de aquellas bigas, carros frigios que, dirigidos por un auriga, sirvieron a griegos y romanos tanto en la guerra como en las deportivas carreras.

Es posible que la iniciativa les parezca a algunos una venturosa y atinada novedad, pero en realidad la cosa viene de antiguo o casi, según se mire, porque la historia de la estampilla postal cumple ahora 182 años a escala planetaria (la primera de ellas se lanzó en el Reino Unido en 1840 con el famoso Penny Black de la reina Victoria) y diez menos  para el caso de España, ya que fue en 1850 cuando se imprimieron los primeros sellos con la imagen de la glotona y golosona Isabel II. Claro que si nos centramos en imágenes de gastronomía, culinaria y aledaños nutricionales tendríamos que remontarnos a hace nada, año 1981, cuando un sello español se estampó con los perfiles difusos de una manzana, un gallo, una sardina y tres espigas de trigo.

No obstante, habría que esperar siete años para que viera la luz el primer sello postal gastronómico fetén de la fetenera, con la imagen de una paella valenciana, convertida ya, por exigencias del guion concienzudamente elaborado en el totum revolutum del aluvión de turismo masivo y sansirolé, en símbolo, faro y guía de la gastronomía española. Su valor facial era de 18 pesetas y se tiraron nada menos que tres millones y medio de copias.

Después vinieron las series de V Centenario, en 2002, con los alimentos de ida y vuelta a las Indias Occidentales; luego las setas; y después los vinos, con las primeras filas dedicadas a los de Rías Baixas, Rioja y Manzanilla, seguidos, casi inmediatamente, por las denominaciones Penedés, Montilla-Moriles, Valdepeñas y el Bierzo, para pasar el testigo al Ribeiro y al Málaga. Después, setas y más setas, Dieta Mediterránea y capitalidades gastronómicas, previa gabela ansoniana, que, inició la serie con las plazas de Toledo y Castilla La Mancha (con imágenes de queso manchego y azafrán), Huelva (a base de gamba blanca, jamón de Jabugo, fresones y chacinas de la Sierra de Aracena), León (en imaginería de rosetón catedralicio como continente de cecina, pimientos, queso y alubias), Cantabria (dedicado al queso Picón Bejes-Tresviso y a la miel de Liébana), Almería (tomates, sandías y gambas), Murcia (con amplia representación huertana), Asturias ( sintetizada en fabes y sidrina) y Baleares (resumida en aceite de oliva y de queso Mahón-Menorca).

En 2021, pandemia mediante, comenzó a emitirse la serie Gastronomía: España en 19 platos, con el lanzamiento inicial del cocido madrileño, el pulpo à feira y el pa amb tomàquet. Ahora, en lo poco que llevamos de año en curso, se han presentado la calçotada, la Fiesta del Pulpo y el antedicho gazpacho andaluz. En marzo se nos ofrecerán los correspondientes a Sanlúcar de Barrameda, Capital Española de la Gastronomía y la DOP Rioja.

La gastronomía como expresión cultural y elemento de identidad nacional, estampada en sellos de Correos. Excelente iniciativa.