El Sabor Del Arlanza: Covarrubias, Lerma Y Bodegas Buezo.

En esta ocasión disfrutaremos del recetario popular de Lerma y Covarrubias, dos de las poblaciones con más historia y encanto de la región, y de la cata de algunos de los mejores vinos de la D.O. Arlanza en las Bodegas Buezo.

Comenzamos nuestra andadura por Covarrubias, un adorable pueblecito de la provincia de Burgos donde podemos visitar el hermoso sepulcro gótico de la princesa noruega Kristina, desposada con Felipe de Castilla, Abad de la Colegiata de San Cosme y San Damián, en cuyo claustro se halla enterrada. A los pies de la colegiata encontramos una estatua en bronce de la princesa, regalo de la ciudad de Tønsberg al municipio rachelo, cuya melancólica historia justifica el hermanamiento con el pueblo noruego y ha desembocado en la reciente construcción de la ermita de San Olav (2011).Histórica villa medieval de Covarrubias.

Al margen de la principesca historia, las tranquilas calles de Covarrubias nos sumergen en el medievo y se convierten en el entorno ideal para degustar una suculenta olla podrida, plato tradicional de la gastronomía burgalesa y “madre de todas las ollas”. Uno de los mejores lugares para degustarla es De Galo, un acogedor restaurante donde “cada rincón destila esencia rural”, desde las paredes de adobe y piedra a las vigas vistas, pasando por un trato llano y cercano. 

La olla podrida se sirve por separado, por un lado la alubia roja (una variedad muy fina de la zona) y por otro todos sus sacramentos: oreja, careta, papada, costilla, panceta y patas de cerdo adobadas, morcilla, chorizo y relleno. Imprescindibles para su degustación: un buen vino de Arlanza, buen pan de pueblo y las digestivas piparras. Solo si sois de muy buen yantar, dado que la ración es más que generosa y conviene dejar sitio para los deliciosos postres caseros, os aconsejo compartir unas sabrosas colmenillas o habitas con mollejas como entrantes, dos auténticas delicatesen.Olla podrida: "la madre de todas las ollas".

Redondeará la enriquecedora experiencia una visita al cercano monasterio de San Pedro de Arlanza, de privilegiado emplazamiento en el escarpado cañón excavado por el río a su paso por la Sierra de las Mamblas y rodeado de encinas y sabinas.

Otra parada imprescindible para todo amante de la cultura y de la buena mesa es la Villa Ducal de Lerma, magníficamente situada en un altozano a la vera del Arlanza. El Arco de la Cárcel, vestigio de la antigua muralla medieval, acoge la sede de la D.O. Arlanza y da paso al cautivador casco antiguo; siguiendo la empinada calle Mayor llegamos a su fascinante plaza Mayor, de suelo empedrado y típicos soportales.El impresionante Palacio Ducal, actual Parador de Lerma.

El majestuoso Palacio Ducal que la preside, reconvertido hoy en parador nacional, fue mandado construir por el duque de Lerma, valido de Felipe III, y junto con la Colegiata de San Pedro son los edificios más emblemáticos de la villa; sus inconfundibles chapiteles e imponente campanario son visibles en lontananza. Cualquier excusa es buena para visitar el magnífico patio porticado del parador: aperitivo, merienda o cóctel nos proporcionarán un momento de impagable disfrute en tan privilegiado marco.

La tumba del Cura Merino, sacerdote y líder guerrillero durante la Guerra de Independencia Española, se encuentra junto al romántico Mirador de los Arcos, que forma parte del interesante “paseo con José Zorrilla” que nos propone un bonito recorrido por las calles que un día pisara tan ilustre poeta y dramaturgo.

Si tras el cultural recorrido se os abre el apetito resulta casi obligado probar el lechazo y son muchos los restaurantes lermeños en los que podréis disfrutar de este manjar sin temor a equivocaros. Casa Antón es uno de esos templos monotemáticos del cordero lechal asado con sarmiento, aunque también sirven chuletillas, mollejas y riñones a la plancha, todo riquísimo.Restaurante Galoria: el placer de la alta cocina en Lerma.

Ubicado en un antiguo palacete del siglo XIX, el restaurante Galoria es una alternativa inmejorable al lechazo, ya que aúna gastronomía y entorno ofreciendo al comensal un trato exquisito y una cuidada cocina de autor a la altura de su encantador emplazamiento. Amén de un delicioso menú del día con una excelente relación calidad precio, propone varios menús degustación que evidencian el cariño y dedicación que Gustavo y Francis ponen en los fogones y la sala, respectivamente, y que harán las delicias de cualquier aficionado a la alta cocina.

Ni que decir tiene que el maridaje con un buen Arlanza es inexcusable en ambas opciones, como lo es despedirse de la comarca sin visitar alguna de sus estupendas bodegas. Las de Buezo, situadas en Mahamud, cuentan con un diseño vanguardista y modernas instalaciones, ofreciendo interesantes y amenas visitas guiadas con cata incluida y unos excepcionales vinos de guarda. Disponen también de un buen restaurante con espectaculares vistas al viñedo; un espacio muy confortable y atractivo en el que se sirven menús cerrados concertados previamente.Buezo: vendimias seleccionadas y vinos de guarda (D.O. Arlanza).

Hasta aquí un breve pero intenso recorrido por una maravillosa comarca que a buen seguro no os defraudará.