El Cliente en Red: el Protagonista Soy Yo. Novedosa Versión Del Primus Inter Pares

Nos gustan los estudiosos que profundizan en los temas, no hay nada como aprender del que sabe. Apoyamos la labor de expertos y guías que realizan un inestimable e insustituible trabajo de catalogación y difusión de la cultura del vino, pero hay que recordar que el destinatario final del producto de la bodega no es el experto como tal experto.

Al igual que la cocina ?fuera de su faceta de supervivencia- sólo tiene sentido cuando puede ser degustada por el invitado o por el cliente, los vinos expresan su verdadera esencia en el momento en que todos ?expertos y no expertos- los bebemos en la copa que tenemos en las manos.

El destinatario final del vino somos todos los que nos llevamos una copa de vino a los labios, incluyendo a conocedores, amateurs, bebedores ocasionales...

Y eso enlaza con la ya nombrada importancia de las redes sociales: nos hemos convertido en nuestros propios gurús

En realidad, sería más adecuado decir que la red se ha convertido en el nuevo gurú en sí mismo, porque como humanos que somos, seguimos necesitando el respaldo del grupo


La red como novedosa versión del primus inter pares


Los bodegueros han entendido que el peso de la decisión ha pasado de una categoría de líderes a otra. Ya no tienen por qué ser sólo los mundialmente reconocidos expertos quienes den su beneplácito a uno u otro vino, porque a esta élite de conocedores se ha sumado otra: la élite de las redes sociales, o lo que es lo mismo, aquellos a los que la propia red aúpa como líderes en una novedosa versión del primus inter pares







En sí, no ha variado mucho el escenario (excepto para los grupos procedentes de empresas especializadas en crear opinión, a quienes se les acumula el trabajo) porque los expertos y los líderes procedentes de las redes sociales no se excluyen, sino que se suman, mirando ambos a este usuario final que está cambiando sus hábitos siguiendo una línea que ya había comenzado hace unos ocho años cuando empezó a decidir que la casa propia es el lugar más cálido para compartir una botella de vino con amigos o con algunas citas especiales de negocios. Ni que decir tiene lo mucho que ha aumentado esta tendencia desde la crisis (pero ya venía de antes).

Los usuarios finales ya no recordábamos (o no habíamos vivido nunca) la sensación de ser protagonistas.

Nos hemos dado cuenta de que las luces se encienden cuando nosotros aparecemos en escena, y qué mejor modo de mostrar ese orgullo abriendo las puertas de nuestras casas para mostar quiénes somos por dentro

En cualquier caso, las bodegas sí han reconocido la necesidad de abrir una línea de comunicación directa con nosotros, porque nadie (y nadie significa literalmente nadie) puede predecir de dónde llegará el siguiente líder en red

¿O es que alguien puede nombrar sin dudar al próximo Primus o Prima?