Barón de Chirel Verdejo Viñas Centenarias 2018

Os presento un vino blanco traído de la Tierra de Castilla y León (Segovia), donde han apostado por la elaboración de verdejo de viñas muy viejas de pie franco (para luchar contra la filoxera lo que se hizo fue injertar la vid europea en raíces americanas, que si eran resistentes, luego si decimos que es de pie franco, es una vid no injertada, con lo cual no hay patrón y variedad, es todo una misma planta, quedando muy pocas de antes de la enfermedad).

Se trata de Barón de Chirel Viñas Verdejo Centenarias 2018, vino procedente de la Bodega Herederos del Marqués de Riscal afincada en Elciego (Álava). De uva Verdejo 100 %.

Es un vino blanco envejecido 6 meses en madera de roble austriaco en fudres de 2 à 3000 litros, reposando con sus lías. De viñedos prefiloxéricos de más de 100 años, plantadas en vaso, situados en Aldeanueva del Codonal y Aldeahuela (Segovia), de suelos graníticos y arenosos, con una altitud entre 850-900 metros. (La altitud aporta coloración más intensa, concentración aromática y de sabores, frescura, acidez natural…)

Existen muchos tipos de fichas para hacer una cata de vino, y así poder valorar todas sus características; las de WSET, las que nos dan en los concursos o certámenes, las de grandes especialistas en la materia, etc.; pero al final, cada uno debe de crear la suya propia, con la que se sienta a gusto y a su vez, sea capaz de transmitir las sensaciones que nos proporciona el vino que vamos a catar, estemos con quien estemos y donde estemos.

A mí me gusta cuando doy las catas, hacer que estas sean didácticas (será por mi vena de profesor), intentar que la gente que salga de la misma tenga algunos conceptos más claros, y así fomentamos la cultura del vino.

Esta sería mi cata:

• En Apariencia:

- Al mirar a través del cristal de la copa, observamos que es un vino que está claro y sin posos. Es muy brillante y sin anhídrido carbónico.

-Su color sería amarillo que tiende a pajizo y con algunas inserciones verdosas.

-Su lágrima cae lentamente, tiene 13,5 % de grado alcohólico, lo que nos indica que el vino es denso y alcohólico. (La lágrima o fluidez del vino se produce al agitarlo en la copa, el líquido baja por sus paredes en forma de gotas, decimos que el vino llora. Cuanto mayor es el grado alcohólico, más abundantes son las gotas o las lágrimas que caen. Se forma por la condensación de la evaporación del alcohol, por su composición en glicerol y alcohol y porque sus componentes tienen diferentes tensiones superficiales).

• En nariz:

-Condición: limpio.

-Intensidad: media/alta. {Hay distintas maneras de clasificar su intensidad, como la de poner la copa a la altura del inicio del esternón (alta), a la altura de la barbilla (media) y debajo de la nariz (baja)}.

-Aroma: es afrutado (recuerda a cítricos, pera), tiene notas florales frescas, verdes y minerales (por sus suelos).

• En Boca:

+Su ataque o principio en boca. -Dulzor: seco. Debido a la acidez (si ponemos la punta de la lengua en el cielo de la boca, estará áspero).

+Su paso en boca:

-Acidez: media/alta. Pero sin molestar en absoluto por su paso por barrica (Es ideal para que el vino tenga equilibrio y envejezca bien).

-Cuerpo: medio/alto. Por la presencia de alcoholes, glicerina y otras sustancias. (Es la “consistencia” del vino, su "densidad". Si es voluminoso como el nuestro, nos da la sensación de que se llena la boca.

-Sabor: afrutado (cítricos, pera), recuerdos a hinojo y hierba fresca, un toque ligeramente especiado y a cuero por su pase por la madera, y a minerales.

+ Final en boca: -Duración:  muy larga. (Es la persistencia en boca una vez que lo hemos ingerido).

CONCLUSIÓN: Calidad extraordinaria. Está “tremendamente equilibrado” (todos sus componentes están en total armonía sin que haya aristas: ningún elemento sobresale por encima de los demás). Su acidez media se contrarresta muy bien con los taninos, y a pesar de sus pase por madera, se nota de una manera muy sutil y elegante que me pide beber más). Es untuoso (el vino que catamos nos resulta suave en boca, viscoso, oleoso, es capaz de llenarnos la boca y recorrerla sin resultar pesado, nos transmite sensaciones de sedosidad, de suavidad muy agradables, por su contacto con las lías). Es ancho, de una forma casi constante (te llena toda la boca desde el principio).

El toque que le da la madera hace que sea diferente a los demás verdejos, sin tapar su acidez y sus aromas típicos de la variedad, invitándote a seguir bebiendo y a seguir descubriendo por su complejidad. Fantástico.