Trucos para Cocinar Bien la Carne

Todos sabemos lo desagradable que resulta comer una carne mal cocinada, dura o seca. Aunque pueda parecer que hacer un filete a la parrilla, cocer carne en un guiso o hacer una pechuga a la plancha es una tarea sencilla, existe gente que no lo tiene tan claro. Y también otros que creen que lo tienen claro, pero podrían tenerlo aún mejor. Para todos ellos, hoy vamos a dar una serie de consejos generales para que las carnes que salgan de nuestra cocina queden exquisitas. Vamos a ello.

Las aves son el tipo de carne supuestamente más fácil de cocinar, pues su textura es ya de por sí suave y tierna. Pero, si queremos hacerla aún más suave bastará con añadir unas gotas de limón durante la cocción. En el caso de la carne de pavo en concreto, las pechugas quedarán especialmente suaves si las sumergimos en leche durante al menos 4 horas antes de cocinarlas.

En el caso de la carne de cerdo, las piezas quedarán más sabrosas si las frotamos con sal gorda y tomillo y las envolvemos en papel film, para más tarde dejarlas reposar en la nevera durante una noche. Eso sí, no olvidéis retirar la sal antes de cocinarla o quedará demasiado sabrosa.

La ternera es otra carne que acepta muy bien aditivos naturales que realzan su sabor. Un buen truco es colocar los filetes en una bandeja y echarles ajo, aceite de oliva, vino y hierbas aromáticas. En este caso, el tiempo de reposo ideal en la nevera sería de dos días, tras los cuales podemos asarlos al gusto de los comensales.

Si nos hemos decidido a preparar cualquiera de estas carnes en un guiso y queremos que quede tierna, podemos introducir un corcho en el caldo durante la cocción, ¡pero que esté limpio!

Del mismo modo, si queremos que unos filetes de una calidad un poco menos buena nos queden más tiernos, pondremos en un plato un poco de aceite crudo y encima los filetes, manteniéndolos allí de 3 a 5 horas. También se puede probar a untarlos con dos cucharadas de aceite y una de vinagre, que además les dará un toque diferente.

Un truco curioso: si pretendes preparar albóndigas, filetes rusos, milanesas... con carne picada, pero tienes la mala suerte de haberte quedado sin pan rallado, prueba a empanarlos o mezclarlos con patata rallada: delicioso.

Para acabar, vamos a repasar unos consejos básicos sobre cómo tratar la carne en nuestras cocinas:

1. Sazonar la carne después de hecha. Si se hace antes, pierde jugosidad y queda más seca.

2. Nunca hay que lavar la carne con agua, pues ésta se llevará parte de la sangre de la carne, quitándole jugosidad. Si tiene algo que queramos quitar, podemos hacerlo con un trapo o una servilleta húmedos.

3. Si queremos conservar la carne en la nevera, la forma idónea de hacerlo es envolviéndola en el típico papel encerado de las carnicerías. 

4. Si la carne está fresca, es mejor sacarla de la nevera una hora antes de cocinarala, para que así pierda el olor característico de los alimentos conservados en ella.