La Vuelta Al Mundo en las Mesas Del 11º Expogast

Los orígenes del Expogast remontan al inicio de los años 70 bajo el impulso del Vatel Club de Luxemburgo, que es el gremio nacional de cocineros, y que tuvo lugar en el 1972 el '1º Salón de la gastronomía, del arte culinaria, y de pastelería' en el Foyer europeo, el Casino de entonces, en Luxemburgo. Es gracias al espíritu de innovación de German Gretsch que este salón tuvo sus merecidos éxitos. En 1974 apareció el nombre de Expogast y desde entonces fue todo un éxito, tanto que los responsables del Vatel Club decidieron organizar este evento cada cuatro años en los halls de la Foire internacional de Luxemburgo, ahora Luxexpo en el suburbio Kirchberg. Al inicio los chefs exponían sólo platos fríos. En 1986 Expogast se enriquece del Culinary World Cup, al cual se añade el Culinary Nato Cup para los equipos militares en 1990. Hoy en día la competición está dividida en varias categorías.

A 20 Km de la frontera de Francia y a 30 de Bélgica y de Alemania, Luxexpo es una plataforma de rencuentro y de promoción que se caracteriza por su posición geográfica central, su accesibilidad, la modalidad de su infraestructura, la profesionalidad de su equipo y de sus partenarios. Luxexpo es centro de exposiciones de los más importantes de la Grand Region.

Para la 11ª edición, Expogast, en el cuadro de Villeroy & Boch Culinary World Cup 2010, ha repuesto los cubiertos en el gran escenario del Salón de exposiciones, desde el 20 al 24 de noviembre, permitiendo a los casi 2500 profesionales de 53 países, pertenecientes de todas las categorías de cocina, poner en obra su savoir-faire para realizar todo lo mejor en el sentido de belleza en la presentación, pero siendo y sobre todo materia alimenticia, todo de lo más exquisito.

Un evento gastronómico que tiene lugar sólo una vez cada cuatro años y que pasa por ser el segundo en el mundo en la escala internacional de los grandes acontecimientos culinarios, que envuelve decenas de países de gran envergadura enogastronómica; y que ahora también toman parte pequeños países, desconocidos hasta ayer por lo que concierne al desarrollo de sus gastronomías, pero con ganas de confrontarse aunque sea a nivel de principiantes: como Chipre, Bielorrusa, Libia, Vietnam, etc.

Madame Françoise Hetto-Gaasch, Ministro del Turismo, en su editorial de presentación, subrayaba: “Este salón que ha devenido un rendez-vous incomparable, como bien para los profesionales del sector que para los aficionados de la gastronomía, nos propone vivir un ‘tour du monde’ culinario. Este año la 11ª edición del salón presentará las nuevas y últimas tendencias de las artes de mesa y permitirá al público dar una ojeada exclusiva por detrás de los corredores gastronómicos. Los menesteres de la gastronomía son un pilar económico y social de una importancia crucial mas a menudo poco considerado. La gastronomía de calidad es igualmente sinónimo de arte del vivir y un factor de bienestar. Desde luego ella representa una atracción turística considerable que, desde nuestros estudios, ha sido muy apreciada por nuestros visitantes. El Expogast ofrece una visibilidad inmensa al sector de la gastronomía y a sus actores. Gracias a Villeroy et Boch Culinary World Cup, que acoge los equipos originarios del mundo entero. Deseo dar la bienvenida a todos esos equipos internacionales y espero vivan una experiencia inolvidable en Luxemburgo”.  

Armand Steinmetz, presidente del Vatel-Club, se felicitaba por haber conseguido atraer a muchos profesionales de los ‘metiers de bouche’ que, en los cinco días, consiguieron con sus preciadas obras sorprender y encantar a los 45.000 visitantes, como también a los jurados que tuvieron una tarea, por cierto, nada fácil. Ha sido un verdadero campeonato del mundo de la gastronomía. El Expogast es ciertamente el más popular entre los profesionales del sector, según Armand Steinmetz; porque la mira del salón es imaginar las tendencias del futuro, intercambiar ideas y contactos entre profesionales, hacer descubrir por el gran público las realizaciones de este sector económico y poner en honor la gastronomía nacional, así como vigilar a su advenir elevando la parte bella a la formación profesional. El desafío de Expogast es posicionar los menesteres de boca como vector de intercambios y descubrimiento y los profesionales del sector como actores y promotores esenciales de la economía.

“La importancia de la gastronomía es ciertamente de natura económica, pero comporta también un componente cultural, sociológico que no se debe desconocer”, ha declarado Jean-Michel Collignon, director de Luxexpo, organizador del salón con el Vatel Club. Descubrir y conocer otros países, otras culturas y tradiciones contribuye, según él, muy a menudo a limpiar las rutas a prejuicios y, a priori, que se trate de nuestros vecinos o de países lejanos. “A ese título la gastronomía constituye un factor de respeto mutual y de comprensión entre pueblos”.

Los visitantes podían ver las preparaciones en las varias cocinas del restaurante Gastronómico del Salón, antes de degustar pues a la mesa el menú elegido, cada uno distinto según el país de origen. Las cenas eran de 18 a 21 horas con obligación de reservar con adelanto. El menú del equipo nacional, o militar, o comunidad catering, con entrada al Salón: 45 €. El menú nacional júniores: 35 €; el restaurante disponía de 200 mesas con 960 cubiertos, los menús eran elaborados por los 36 equipos nacionales de cocineros, 9 equipos júniores nacionales, y 9 equipos de ejércitos de Luxemburgo, Alemania, Gran Bretaña, Eslovenia, Hungría, Polonia, Suecia, Suiza y EE.UU. Cada equipo nacional elaboraba hasta 100 raciones de menú, mientras los militares unas 70 y los júniores entre 40-50. Cada equipo estaba compuesto por 6 personas. Formaban el jurado 55 grandes chefs seleccionados entre países y vigilaban el trabajo en las cocinas como a los que elaboraban obras.

En cuanto a las innumerables obras, la fantasía de los concursantes no tuvo límites, estupendas estatuas de azúcar y colores brillantes, refinadas presentaciones de carne o pescados, perfectas entalladuras de verduras y frutas, deliciosos ’fingerfood’ o ’tappas’ (con 2 p según interpretación de los nórdicos), cuyas variedades eran infinitas como también las dimensiones y de cantidades infinitesimales: 2 x 3 cm. (casi una regla de medida).

En la larga lista de los países que estuvieron presentes, además de los equipos nacionales, militares y júniores, intervinieron los alumnos de institutos hoteleros de 9 país, y grupos de cocineros de varias ciudades y países que iban sueltos, con los muchísimos individuales que concursaban por su cuenta.

En la lista de los 53 países del mundo figuraba también España (pero era debido a la presencia de afuegolento.com, como fue también al Congreso Wacs 2010 en Chile), porque nadie se apuntó a ninguno de esa decena de concursos. Una vez más los grandes chefs españoles perdieron la ocasión de presentar la rica cocina ibérica, que tiene su puesto privilegiado en la tan aclamada cocina mediterránea (declarada recientemente por Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), tan ensalzada y apreciada por el mundo entero, siendo muy digna su presencia de compartir con las demás 52 cocinas del Expogast, cuyos platos tan distintos, sorprendentes y exquisitos, fueron degustados 5.600 menús entre luxemburgueses y extranjeros.

En suma, al Expogast vinieron todas las categorías de la restauración, sin ninguna preselección (a diferencia, por ejemplo, del Bocuse d’Or, que el concursante debe superar la selección local, regional, nacional y ahora también la continental), la inscripción era libre, pero debían pagarse todo: viaje, hotel, comprarse o llevarse los ingredientes para realizar la obra, o las obras, y pagar 60 € para la mesa o el lugar de exposición (la mesa grande 3 x 3 m. costaba 300 €). Inútil decir que todos los que concursaron, inclusive los equipos nacionales, los pequeños grupos y los individuales sobretodos, recibieron soportes para los gastos, bastaba verlos, parecían corredores de Fórmula 1: las chaquetas y gorros de cocineros tapizadas de etiquetas multicolores de la publicidad (Casinos de juego, Cadenas de Hoteles y Termales, Productos alimentares, vinos, etc). A este propósito, la eficiente Red de Paradores de Turismo con sus 93 brigadas de cocina, podría bien un día seleccionar un equipo y enviarlo a presentar la cocina tradicional y hacerse publicidad.

El día 25 fue la ceremonia de clausura, con la proclamación de los resultados de la decena de concursos. En presencia de Madame Hetto-Gaasch, Jean Michel Collignon, Hilmar B. Jonsson (Wacs), fueron premiados:

Equipo Nacional: 1º Singapur, Copa Villeroy Boch y 2 oros. 2º Suecia. 3º EE.UU.

Equipo Militar: 1º Suecia, Copa Villeroy Boch y 2 oros. 2º Suiza. 3º Alemania.

Equipo Regional: 1º Suiza Aargauer Kochgilde, Copa Villeroy Boch.

Equipo Nacional Júniores: 1º Suiza, Copa German Gretsch. 2º Noruega. 3º Portugal.

Equipo Comunidad Catering: 1º Suiza, Compass Culinary, Premio y oro. 2º Agö, 3º Protection Civil Luxemb.

Equipo Regional Júniores: 1º Holanda, Copa, 2º Rep. Checa, 3º Hungría.

Individual de Cocina: 1º Hungría, Varga Karoly, Copa. (entre 115 concursantes)

Individual de Pastelería: 1º Korea del Sud, Jeong Sang Kyun, Copa (entre 22 concursantes)

Y a los profesionales de Luxemburgo: varias medallas y copas por sus distinguidos puestos conseguidos.

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